Ya lo dijo Jaime Mayor Oreja hace unos días: «No podemos callar ante el intento de reinventar la historia de España». Y añadió más:«Cuando el relato sustituye a la verdad, se impone una media verdad que es la peor de las mentiras». Otro día, con sumo agrado, nos ocuparemos del tema, pero hoy toca hablar de lo que está rabiosamente de actualidad: el Barcelona arrampló contra el Real Madrid y conquistó la Supercopa de España con un Raphinha genial. El peor partido de los blancos coincide con la mejor versión de Mbappé. Junto con Valverde, fue el único jugador rescatado contra los azulgranas. Ya tendremos tiempo de ocuparnos de comentarios políticos, porque ahora toca el partido que jugaron el pasado domingo en Arabia ante 57.000 espectadores. El equipo del alemán comandado por Flick vuelve a golear al equipo de Ancelotti. Con su victoria, el Barcelona alcanzó los 100 títulos en torneos nacionales e internacionales. Mi nieto Pablo me dijo con todo su madridismo a cuesta, después de marcar Mbappé, y con varias incursiones azulgranas a la vista: «Es mejor que hoy pierda el Madrid porque no se puede jugar con una equipo que no cuenta con una defensa de categoría y que es un auténtico coladero para que los aficionados y la directiva vean el ridículo, ya es hora que perciban el mal que ya arrastramos buena parte de la temporada». Y seriamente añadió: «No me interesa este título, sino lo que va a hacer el Real Madrid en el transcurso de la temporada que estamos disputando». Hay jugadores hábiles, valientes y tenaces con ingenio y solamente el francés dio la talla. Los azulgranas sabían a qué jugaban. Se vio en el penalti pitado a favor del equipo culé. Los desdoblamientos por banda eran su mejor versión. El desmarque, movimientos que hicieron para separarse de sus rivales, fue una de las notas destacadas que definieron a muchos jugadores jóvenes que participaron juntamente con algunos veteranos que ayudaron a vencer al equipo contrario. Otro jugador destacado fue el extremo Lamine Yamal cerca de la banda derecha. Se le pide que sea atrevido, rápido, de buen regate y buen centro o mejor disparo que ejerce como extremo y siempre lo hace con espectacularidad demostrada. En el partido jugado el pasado domingo para la Supercopa, los regates y fintas, acciones de burlar a un contrario con el balón controlado, estuvieron presentes. Algún estudioso ha llegado a catalogar hasta en una veintena la formas distintas de regates de los cuales, según la misma fuente, Cruyff, Pelé y Maradona han sido los mayores virtuosos de la pelota, porque habían llegado a dominar 16 de estas burlas balompédicas. Y todavía queda un modelo de continuar con la salida a disputar la final de la Copa de España, para conseguir fondos para el fútbol español. La final aquí, en nuestra nación. Y en esas estamos.