La vida es muy curiosa. El mundo, pese a su grandeza, a veces es como un pequeño barrio donde lo que creemos que son casualidades no lo son. Un día, hace ya unos cuantos años, cuando el hotel Felipe II de los cursos de El Escorial era un maravilloso lugar de encuentro de escritores, políticos, artistas, científicos, cineastas…,cuando miles de alumnos soñadores dedicaban unos días de sus vacaciones estivales a hacer realidad sus sueños de conocer y compartir tertulias, cafés y momentos entrañables con sus pequeños o grandes ídolos, tuve la gran suerte de conocer al actor Jesús Guzmán. Fue en un emotivo acto celebrado en honor a Antonio Mercero. Lo presentó Pedro Ruiz. Recuerdo que el director de Crónicas de un pueblo, Verano azul o Farmacia de guardia no pudo asistir, porque su ayer y su hoy se mezclaban ya en su día a día, pero no faltaron ni su hijo Antonio, también guionista y ahora conocido escritor bajo el seudónimo de Carmen Mola, ni algunos de aquellos actores que de la mano de este gran director se hicieron inolvidables, desde el propio Jesús Guzmán, que dio vida a Braulio, el cartero de Crónicas de un pueblo a Juan José Artero y Miguel Ángel Valero, Javi y el Piraña, dos de los integrantes de esa pandilla veraniega, sin olvidar tampoco a Gabino Diego.
Conocer a Jesús Guzmán fue maravilloso. Su sentido del humor, su privilegiada memoria, su talante… y su increíble conversación. Tras aquel encuentro se produjo otro, esa vez, un desayuno con churros en uno de mis lugares favoritos de Madrid: El Café Comercial. Entonces pensé que me pasaría horas y horas escuchándole. Imaginen la de recuerdos desde la niñez, buenos y no tantos, que se pueden acumular cuando uno llega a casi un siglo de vida. Una vida rodeada de actores, pues sus padres y abuelos también lo eran. Actores de los de antes, de los que iban de pueblo en pueblo haciendo reír y llorar a sus habitantes, rompiendo la monotonía y la tristeza de muchos pueblos durante la posguerra española.
Cuentan que a sus espaldas se lleva 300 obras teatrales y más de 150 películas y series de televisión. ¿Quién no recuerda Atraco a las tres o Sor Citroën? Con actores como Tony Lebranc, Gracita Morales, Alfredo Landa, José Luis López Vázquez, Rafaela Aparicio… Aunque cierto es, al menos para mi generación, que recordaremos a Jesús Guzmán en su papel de Braulio con su inseparable bicicleta.
No volví a verle, pero como decía al principio, el mundo es un pañuelo, y en el camino encontré personas muy cercanas que me fueron hablando de su día a día, del amor por sus hijas (que le han mimado hasta el último suspiro), de sus recuerdos, de sus entretenimientos y de sus espontáneos recitales para los más cercanos.
Irse a los 97 años rodeado del amor de los tuyos y con la admiración de tanta gente es un privilegio y más cuando en el fondo se sabe que su recuerdo, el de ese cartero que nos marcó a más de una generación, permanecerá siempre en nuestra memoria. Buen viaje, querido Jesús.