El díptico depositado en el buzón de mi casa de forma anónima –más anónima aún que su autoría difusa y no firmada ni reivindicada por nadie, pero revelando regueros acusatorios, como las tijeras acuciantes y cortantes en que se han convertido las siglas del PP– daba cuenta del estado de cosas en el que nos desenvolvemos en la actualidad. Información sin firma y con contenidos oblicuos que combinan a partes iguales, dosis de verdad y partículas de mentira. Con lo cual, la construcción del relato –como gusta afirmarse ahora de cualquier evacuación verbal– cobra dosis de verosimilitud, que no de verdad.
Las dos caras de Paco Cañizares –alcalde Ciudad Real– y de Paco Núñez –presidente regional del Partido Popular– quedaban enmarcadas en el rótulo de «Hipócritas fiscales», que simulaba el sello de los viejos tampones de tinta usados en viejos juzgados y en polvorientas administraciones. El error, el primero del díptico, era el de utilizar tinta roja en el recercado del tampón, cuando lo adecuado habría sido utilizar tinta azul, que a fin de cuenta es el color popular. El comentario era que los citados en el retrato «prometen bajar los impuestos, pero cuando gobiernan los suben», en un ejercicio muy propio de la vieja política, prometer sin fundamento. Pero bien a las claras, Núñez no ostenta ninguna responsabilidad de gobierno, por lo que difícilmente puede 'subir impuestos', evidenciando el segundo error muy evidente. Todo para remarcar los debatidos 'impuestos' del agua –el canon del agua aplicado por García-Page, por traslado de directiva europea– y el recargo de la tasa de basura, de aplicación a través del consorcio provincial de Residuos Sólidos Urbanos. Figuras ambas que, claramente, no son impuestos, sino tasas por prestación de servicios municipales para construir con ello, el tercer error, por más que en el anverso del díptico se insista en ello: «La subida de 300 euros al año en impuestos». Anomalía esta que deja en evidencia una fiscalidad horizontal, donde todos pagan los mismos impuestos y donde quedarían exentos los municipios gobernados por el PSOE, en una suerte de paraíso fiscal atípico y tópico.
Toda la batalla anónima del panfleto que ustedes habrán recibido en sus buzones, para esconder otras cosas y otras hipocresías fiscales, políticas y jurídicas. Como la quita/condonación fiscal estatal de la deuda autonómica, verificada a petición del muy poco estatal partido Junts y que ha sido asumida como propia por el partido gobernante, el PSOE y cuyas explicaciones no dejan de constituir otro ejemplo de Guerra sucia. Para comparecer como otro ejemplo de desinformación.