En Ciudad Real capital existen dos problemas en la actualidad que afectan a la mayoría de ciudadanos de forma directa o indirecta: la vivienda y su acceso a la misma y el transporte ferroviario con Madrid, donde se desplazan diariamente a trabajar miles de personas. La comunidad autónoma, desde su Consejería de Fomento, tiene responsabilidad sobre la vivienda al ser una competencia directa, pero también indirectamente sobre el medio de transporte de los Avant que, aunque es un transporte interprovincial operado por Renfe, filosóficamente y por tiempos de viaje, responde más a un modelo de cercanías que a uno de alta velocidad, como sucede entre Guadalajara y Madrid. Por ello, si la comunidad tiene la responsabilidad del transporte interurbano ferroviario entre Guadalajara y Madrid, participando económicamente en el Consorcio de Transportes Madrileño, no puede olvidarse de su participación en el transporte entre Ciudad Real y Madrid. Sería un agravio entre provincias y entre capitales.
Vivienda y transporte son la clave y la llave del crecimiento de Ciudad Real. De la construcción de nuevas viviendas en Ciudad Real, auspiciadas por la Consejería de Fomento, conjuntamente con los Ayuntamientos, y de la solución de los problemas de quienes se desplazan por motivos laborales a Madrid, dependerá mucho el futuro crecimiento de la capital y provincia.
Es el momento, de nuevo, para que el AVE pueda convertirse en el motor de la ciudad y su comarca, siendo capaz de atraer a personas que establezcan en ella su residencia por dos motivos fundamentales: calidad de vida y economía. El precio medio por metro cuadrado de alquiler de la vivienda en Madrid es de 20,4 euros y en Ciudad Real capital es de 6,6, tres veces y medio más caro en Madrid, y en la compra, el precio medio por metro cuadrado construido en Madrid es de 4.750 euros, frente a 1.278 en Ciudad Real, casi cuatro veces menos.
Si el corredor del Henares y el corredor de Illescas se convirtieron, por cercanía con Madrid, en un polo empresarial de la región en Guadalajara y Toledo, Ciudad Real y todo su entorno, por cercanía en tiempos de viaje con Madrid, puede y debe convertirse en la referencia de un modelo de ciudad residencial para trabajar en Madrid y vivir en Ciudad Real. En las grandes ciudades de Europa es habitual residir a una hora teniendo un transporte fiable. Vivienda, tiempos de viaje, precio del transporte, fiabilidad y frecuencias son los elementos necesarios para el éxito de una nueva y atractiva ciudad residencial.
Los Avant han crecido en el último año un 13% en el número de viajeros a pesar de los múltiples problemas diarios de gestión y de la pérdida de confianza de los usuarios en un medio de transporte modélico hasta 2021. La causa del incremento de viajeros ha sido la bajada del abono de Avant al 50%, permitiendo el retorno de los jóvenes que se fueron a Madrid a trabajar hace unos años. Si a la reducción del coste del abono se le suma el aumento del precio de la vivienda de alquiler en Madrid, ahí está el incremento de viajeros que aun estando empadronados aquí se fueron a Madrid.
Se trata de hacer una ciudad residencial con servicios de calidad donde el AVE es el transporte que marca la diferencia. Ahí está también uno de los motivos urgentes para la revisión del PGOU por el Ayuntamiento. Una gestión adecuada a los dos problemas existentes resulta básico para el crecimiento de habitantes.
De la beligerancia o de la complacencia, con según qué administraciones, dependerá el futuro de la ciudad. Lo hemos visto en la emergencia surgida con el aeropuerto y su intención de convertirlo en un centro de llegada de inmigrantes. La reacción y capacidad de movilización del Ayuntamiento y comunidad autónoma con los sectores económicos, institucionales y empresariales ha sido inmediata para evitar que el aeropuerto se convirtiera en un CAED. El problema desapareció el viernes.
Ayuntamiento y Comunidad tienen que seguir coordinándose para evitar las políticas de especulación en materia de suelo. Sin ir más lejos, la última promoción en Ciudad Real para vivienda en suelo público donde interviene directamente la Comunidad (promoción Puerta de Toledo en las antiguas viviendas militares, 139 viviendas y 200 aparcamientos y locales comerciales, aun sin construir) ha tenido una cadena de reventa desde la subasta pública del Inivied y adjudicación a un empresario por 2,7 millones (CAHEC) hasta la construcción actual, donde el suelo ha pasado hasta por cuatro empresas distintas: Inivied, Cahec, Henara, Nyesa, para acabar encargando a RM Patrimonial la venta y comercialización de las viviendas. El valor del suelo ha terminado triplicándose y repercutiéndose en el precio final de la vivienda. Y, todo ello, mientras la propia Consejería de Fomento dispone, en propiedad de una parcela el doble de grande, para el doble de viviendas, enfrente de donde se van a construir estas. El modelo de promoción pública queda patente que no ha sido el adecuado.
En materia de Transporte, también tiene que aplicarse un nuevo modelo. La Consejería tiene que ser responsable de los servicios ferroviarios en la región a pie de territorio y ha de tener una interlocución directa con las empresas operadora y de infraestructura. Además, se ha de estructurar pensando en el medio plazo en la operación publico-privada para la gestión de los servicios. No tardando mucho, los Avant serán privatizados y el debate estará servido. Precios, frecuencias horarias y fiabilidad son elementos básicos y necesarios donde se ha de intervenir desde CLM y no dejarlo al arbitrio de un operador con intereses encontrados entre los servicios comerciales de alta velocidad y los servicios públicos regionales. Hasta ahora, Fomento no quiere entrar al debate y marcar la estrategia del transporte, y sus condiciones, con lo cual se produce un agravio para los usuarios y un entorpecimiento al crecimiento de Ciudad Real y su comarca.