Escolástico González

Fontanería Pública

Escolástico González


Primero los políticos y después los técnicos

14/10/2024

La revisión de un Plan General de Ordenación Urbana de una ciudad (PGOU) antes de convertirse en un documento técnico tiene que ser un documento político que recoja un modelo de ciudad, una filosofía de vida y una manera de entender el futuro. Quienes más legitimados están para elaborar ese documento inicial son los representantes políticos que tiene la ciudad y que han sido elegidos democráticamente. Lo más deseable es que, además de los políticos, se abra un periodo de trabajo y el documento a elaborar sea fruto de la participación ciudadana pudiendo participar en la elaboración distintos colectivos y actores de la ciudad que, en definitiva, serán quienes gocen del beneficio o sufran las consecuencias del mismo. Un PGOU encargado directamente a un técnico sin debate previo y sin unas conclusiones políticas del modelo de ciudad será brillante en su redacción, pero un fracaso en su modelo de confección porque estará realizado de espaldas a los interesados. 
Comerciantes, empresarios, jubilados, jóvenes, conmuters, industriales, asociaciones profesionales, universitarios… etc., son colectivos que tienen mucho que decir sobre la ciudad porque viven el presente y esperan un futuro distinto. Esta semana el presidente del Colegio de los Arquitectos de Ciudad Real en una entrevista, en este mismo periódico, se pronunciaba públicamente después de muchos años callados como colegio profesional sobre la necesidad de revisar el PGOU de Ciudad Real. Bien es cierto, en favor del presidente actual del Colegio, José Antonio González Baos, que él solo lleva en el cargo cuatro meses y desde que tomó posesión lo primero que dijo es que el colegio debía de abrirse a la sociedad. Recuerdo con cariño y añoranza la época donde los arquitectos opinaban y debatían abiertamente, dentro y fuera del colegio, sobre el modelo de la ciudad y sus necesidades.
En la entrevista, González Baos se manifiesta abiertamente sobre las bondades de las peatonalizaciones de la ciudad que se están realizando y pasa de puntillas, entiendo que, por ser una breve entrevista, sobre otros asuntos de la ciudad como el polígono de Larache, pero obviando el resto de polígonos industriales de la ciudad y el actual desorden del área industrial de la carretera de Carrión, el polígono del AVE y el nuevo polígono Oretania a construir en los próximos años y donde se han iniciado las obras sin que siquiera estén previstas las conexiones entre estas tres áreas industriales de la ciudad situadas en el mismo lugar pero que ahora parecen estar a espaldas una de la otra y, todo ello, sin olvidarnos de la proliferación de pequeñas industrias en la misma zona pero dentro del municipio vecino de Miguelturra. 
Igualmente, González Baos hace referencia sucinta a las nuevas zonas construidas en la ciudad sin conexión y que quedan aisladas durante años para terminar prácticamente la entrevista con la necesidad de las nuevas infraestructuras de carretera que saquen el tráfico pesado de la ciudad, especialmente el procedente del oeste por la N-430. 
Si miramos las hemerotecas este asunto de sacar el tráfico pesado de la ciudad ha sido la eterna reivindicación de la capital desde los años 80 y seguimos con la misma ronda de circunvalación de 1950 que sirve de distribución de todo el tráfico de la ciudad. Envidia sana de las variantes de circunvalación abiertas en las ciudades como Toledo para canalizar el tráfico y ordenar la ciudad. Aquí todavía la CM-412, propiedad de la Junta, sigue siendo una vía interurbana que rodea la ciudad y la atraviesa de este a oeste. Desde la inversión de la A-43, que llegó a Ciudad Real y ahí acabo, no hemos vuelto a tener la suerte de ninguna otra infraestructura que mejore nuestros accesos de entrada y/o salida por carretera. 
Dentro de la alegría contenida de oír al presidente de los Arquitectos de la necesidad de revisar el PGOU del 87 se echa de menos algunos aspectos fundamentales en la ordenación urbana de la ciudad como el Reino de Don Quijote que quiere resucitar el juez de lo Mercantil nuevamente a más de seis kilómetros y al otro lado de la Atalaya. Todo ello, sin olvidar otros asuntos importantes dentro del término municipal como el aeropuerto o el regadío del Vicario y especialmente la necesidad de regular de común acuerdo las relaciones entre los términos municipales de Ciudad Real y Miguelturra que comparten redes de agua potable y depuración, pero con intereses contrapuestos en el planeamiento.
La estación de mercancías ferroviarias de ancho convencional de Miguelturra y la conexión del municipio vecino con el AVE es otro aspecto a tener presente en la futura ordenación de la ciudad, además de la necesidad de la intermodalidad de los servicios de transporte de carretera urbanos e interurbanos de la ciudad en el entorno del AVE. 
El presidente de los arquitectos hace una particular defensa del legado de Fisac, algo con lo que estamos de acuerdo todos los vecinos de la provincia, pero, sin embargo, se olvida de que va a realizarse en un edificio que no está protegido y de dudoso valor arquitectónico, esto siempre puede ser subjetivo, en un entorno protegido por el actual plan de ordenación vigente en la capital. Aquí sí que ha sido efectivo el lobby de arquitectos en los anteriores mandatos al de González Baos para mantener en pie un edificio que terminará siendo adjudicado al colegio para el uso de la Fundación Fisac. La arquitectura interior de la ciudad es mucho más importante que la nueva arquitectura de fuera de rondas.
Ha sido reconfortante escuchar al presidente de los arquitectos hablar la semana pasada de la necesidad de revisión el PGOU del 87. Un inicio prometedor como nuevo presidente que muchos celebramos. Es un clamor entre los ciudadanos y colectivos, excepto el propio Ayuntamiento, la necesidad de proceder a un nuevo plan. Estamos en una ciudad carente de muchas infraestructuras, mal ordenada, con una micro arquitectura deficiente, con tramites eternos e inacabables para resolver asuntos como el centro de la ciudad, Plaza Mayor y Postas, falto de suelo para vivienda porque el Plan vigente alejo la vivienda económica a los pueblos de la periferia. 
El Plan del 87 se realizó con tremenda valentía, por ejemplo, definiendo nuevos espacios verdes y expropiando casas y negocios para la ampliación del Parque de Gasset por la ronda, que por cierto sigue inacabado 37 años después, pero ha quedado desfasado en una ciudad sin comercio, sin industria, llena de funcionarios con segundas y terceras viviendas y con una población envejecida que se traslada desde la provincia a la capital. Hay que mirar al horizonte del 2050.