Aurora Gómez Campos

Aurora Gómez Campos


Aeropuerto 2024

24/10/2024

Nadie esperaba que nos pudiéramos enterar, salvo que ya estuviera hecho», ha declarado recientemente el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a propósito de las posibles negociaciones del Gobierno sobre el aeropuerto de Ciudad Real, sin que el propio presidente tuviera conocimiento del proyecto. Se afirma al respecto que tan solo se trata de un estudio en fase preliminar, pero otras fuentes aseveran que se están construyendo vallas de tres metros de altura cuyo objetivo no guarda relación con la aeronáutica.
Tan solo la presencia de estas vallas invita a pensar en ¿cómo se habría justificado el Gobierno Central ante el Gobierno de Castilla-La Mancha, si efectivamente, hubiera ejecutado el centro para inmigrantes? Supongamos que al presidente Page le asalta la vena pasivo-agresiva y deja que el Gobierno actúe sin decir nada al respecto, a la espera de que el presidente Pedro Sánchez se pronuncie diciendo, por ejemplo: «Emiliano, estamos transformando el aeropuerto de Ciudad Real en un Centro de Acogida de Emergencia y Derivación (CEAD) de inmigrantes». Imaginemos que, una vez construidas las portentosas vallas, el aeropuerto es equipado con camas, duchas, comedores…y que el presidente Pedro Sánchez continúa sin comunicar lo que es su deber comunicar: «Emiliano, la provincia de Ciudad Real es de tu comunidad autónoma pero hemos ubicado en tu provincia un centro para inmigrantes ilegales». Sigamos imaginando que el presidente Emiliano continúa observando en silencio y que decide continuar callando para ver a su presidente en todo su esplendor: a ver cuál será la próxima actuación.
Supongamos que un buen día aparecen unos autobuses en el aeropuerto de Ciudad Real de los cuales tienen a bien apearse unos 200 inmigrantes de raza negra; que, además, hay Policía Nacional y que los agentes deciden quedarse allí, con los inmigrantes, a pasar unos días. Imaginemos que Pedro continúa sin hablar, y que Emiliano tampoco habla a la espera de que el presidente Pedro tenga los santísimos bemoles de comunicarle que ha ejecutado un Centro de Acogida de Emergencia de Derivación de inmigrantes, invadiendo una competencia propia de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha como es la asistencia social. Y, finalmente, imaginemos que, ante tamaño desatino, el presidente Emiliano se enoja –ya está bien, enfadarse por semejante minucia– y se dirige ante el Tribunal Constitucional para impugnar la invasión de competencias realizada por parte de la Administración Central del Estado. Lamentablemente, es posible imaginar los titulares sobre el presidente Page acusándolo de haber judicializado el asunto. La actuación del Gobierno central ha sido desleal. Y, por cierto, en Ciudad Real sí acogemos inmigrantes, pero respetamos su dignidad y no nos gusta guardarlos en un establo del siglo XXI.