Seguimos igual que estábamos hace unos días. En Valencia, además de en el resto de pedazos de la vieja España y otrora entrañable revoltijo de pueblos, tierras, mares y culturas, siguen limpiando y tratando de sacar partido de la apocalíptica desgracia en que se han visto sumidos. Al frente de la gestión directa de la crisis, que se adivina larga cual longuera y se resolverá tras larga duración, un teniente general que ya sabe algo de reconstrucciones en, por ejemplo, el cercano Oriente. Habrá seriedad y diligencia. La crisis no admite suavidades ni componendas. Que se sepa, no hay nadie llamado a rendir cuentas, al menos por ahora, que mantiene en pie de guerra y reivindicación a los afectados y a otros muchos que, por solidaridad, se suman a las manifestaciones, algarabías y lo que se tercie y organice. ¡Ah!, muy mal detalle lo del sueldo del teniente general. La gente, en masa, creo que no lo entiende ni justifica. El total de la situación es tan imponente que se podría haber organizado, aplicado y desarrollando de otra manera más elegante y con fuerte toque solidario. Veremos cómo se desarrolla la cosa. Otro sí digo.
El PSOE, tras su Congreso de hace horas, puede estar creerse que todo ha discurrido como había diseñado el departamento congresil, o congresual -verdadera joya de la política de partidos a nivel mundial-, aunque la verdad pueda tornarse lanza y pasar de ser elemento decorativo a artilugio atacante. Y es que no todos los que auparon y mantuvieron al antiguo partido de los trabajadores, optarán en la próxima jornada electoral por ser cómplices de Pedro Sánchez. Porque aunque en eventos cerrados como puede ser un congreso, federal o no, el líder, el satrapilla Pedro -el niño Pedro que dice la letra de sevillana- puede, por el buen trabajo aludido más arriba, controlar lo controlable, en acontecimientos como son unas elecciones generales, la cosa cambea y las vaginas de la política, las urnas, pueden empezar a soltar nombres no convenientes, de modo y manera que el jefe, el 1 que le dicen algunos, quede en un segundo plano. Y es que hoy, insisto, en el entorno de Pedro Sánchez, el bollero de la sevillana citada, hay, al parecer, mucho fango; tanto como sus palmeros, y él mismo, derraman sobre la parte contraria en cuanto pueden, y, además, saliendo por la puerta de muchos Ferraz del PSOE, hay mucho buen socialista, que quizás yerre a la hora de tener que cumplir con el líder o con la idea, el ideal y el ideario. Y es que en el PSOE hay hoy, mucho socialdemócrata que quiere, de verdad, vivir en libertad que sometido al gobierno de un aprendiz de sátrapa, al que da lo mismo cargarse a al amigo que pactar con el enemigo. El caso es seguir subido a la borrica.
N. B., ayer se supo que la esposa, la Begoña, anda floja, muy floja, de efectivo. Vamos, que una docena de cuentas corrientes sólo atesora 40 o 50 euros. Yo, de ser el sátrapa, pondría al equipo electoral a organizar algo, para ver engordar las cuentas. La Navidad ya está aquí, Begoñita.