La Financiación Singular de la Comunidades, el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por Castilla la Mancha a la Ley de Amnistía y el 41º Congreso Federal del PSOE, en Sevilla, marcarán la vida política del presidente regional, Emiliano García-Page durante el próximo trimestre en esta comunidad. A García-Page le perseguirán los medios de comunicación en busca de titulares diarios de prensa para el resto de España.
Quizás que no sean justos los adjetivos que se le atribuyen al presidente en la región de, cínico por una parte de la derecha y desleal por otra parte de la izquierda, pero la verdad es que García-Page se enfrenta a una situación política difícil y complicada. Valiente para unos y egoísta para otros. Resulta difícil, aun, saber si el PSOE de Castilla-La Mancha ha meditado su estrategia política e institucional o todo esto es solo una huida hacia delante de García- Page en su enfrentamiento personal con Pedro Sánchez, que dura desde el 1 de octubre de 2016, y que terminara marcando a todo el partido en el ámbito regional.
El presidente de Castilla La Mancha, consciente de la situación, defiende con vehemencia las particularidades de la región cuando se trata de debatir sobre la financiación de las Comunidades Autónomas y de la Ley de Amnistía, alegando los principios constitucionales de la igualdad ante la ley y de las referencias a la riqueza nacional que hace la constitución. Lo hace para que, el extenso y despoblado territorio que gobierna no se vea agraviado por un nuevo modelo de financiación donde salgan favorecidas otras comunidades. Siempre, desde que era un joven consejero de Bono, hasta ahora, ha defendido los intereses la región.  Eso no se le puede negar, pero tampoco justifica el creciente enfrentamiento con su propio partido.
Castilla-La Mancha cuenta con 919 municipios, lo que supone un 11.3% de los municipios de España y tiene una extensión territorial de 79.500.-km2, un 15% del territorio nacional, la tercera comunidad autónoma en extensión. El 27% de los 2.080.000 habitantes que tiene la región viven en el 5% del territorio que es lo que ocupan las 6 poblaciones que tienen más de 50.000 habitantes: Toledo, Ciudad Real, Albacete, Cuenca, Guadalajara y Talavera de la Reina. La despoblación en esta comunidad autónoma, que aumenta año tras año, es un hecho real que afecta a día de hoy al 99.4% de los municipios. Para poder comprender la magnitud del problema, la región tiene, en las 25 mayores poblaciones, un millón de habitantes, y en los 896 municipios restantes otro millón. Todo ello con una particularidad especial, la mayoría de esas primeras 25 poblaciones sigue despoblándose.  
La despoblación es uno de los parámetros más evidentes para medir la desigualdad territorial. En España 47,5 millones de personas viven en 150.000 kilómetros cuadrados y 4,7 millones lo hacen en los 350.000 restantes. La despoblación enEspaña es generadora de desigualdades por razones obvias y en Castilla-La Mancha, en particular, se sufre doblemente. Bien es cierto que, además de la solidaridad de otras comunidades para con Castilla la Mancha, la región necesita otras soluciones de carácter estructural para esos 896 municipios que se están vaciando y que no están sobre la mesa del Ejecutivo regional.
Pero, la despoblación no es el único parámetro para medir la desigualdad territorial. A lo largo de los últimos 50 años se han ido produciendo en esta región, y continúan, los movimientos migratorios de los más jóvenes hacia otros lugares de España en busca de trabajo, especialmente en las poblaciones rurales, y conforme se van despoblando aumenta la edad de sus habitantes. Es decir, al problema territorial de la desigualdad por la despoblación se le debe de añadir uno nuevo por el envejecimiento de las poblaciones. 
Parece obvio que de los dos caballos de batalla de García-Page, Financiación Singular en Cataluña y Amnistía, el primero puede contar con un amplio respaldo dentro de la región, muy posiblemente por izquierdas y derechas, dentro y fuera de su partido, pero no así el segundo. El recurso contra la amnistía. En el caso de la Ley de Amnistía y el recurso de inconstitucionalidad presentado por Castilla-La Mancha no quedan claros los objetivos de la región y el agravio a los castellano-manchgos, y, más bien parecen cuitas políticas entre Page y Sánchez habida cuenta de los muchos otros recursos presentados por las otras comunidades autónomas. Castilla-La Mancha podía haber no presentado recurso y García Page haberse evitado un enfrentamiento.
El discurso de García Page durante la campaña de 2023, de bajo perfil socialista y anti independentista, y especialmente de rebeldía con las tesis de Ferraz, pudo incluso parecerse a una estrategia electoral para ganar Castilla-La Mancha. No obstante, y a la vista del recurso presentado de inconstitucionalidad contra una ley de su propio partido por parte de la comunidad que preside y donde dispone de mayoría absoluta ha terminado convirtiéndose en la nueva estrategia de García-Page. Esta nueva estrategia, inesperada para muchos de los militantes del PSOE en la región, más bien parece una huida hacia adelante, alineándose cada día más  a PP y VOX, sin ninguna otra finalidad de que la de mantener un enfrentamiento permanente con el presidente del Gobierno y con el secretario General de su propio partido. La mayoría de las declaraciones realizadas en público han sido solo provocaciones para ganar titulares de prensa.
Veremos qué sucede en los próximos meses y cómo puede García-Page reconducir políticamente la situación, la petición al PP de aprobar la senda de gasto no será suficiente, un recurso presentado contra una Ley de Amnistía propuesta y aprobada por su propio partido y la defensa del modelo de armonización fiscal, que propone, frente al acuerdo de PSC y ERC, le obliga a plantear dentro del PSOE una enmienda a la totalidad de cara al 41º Congreso Federal.