Las obras del carril bici en la capital van para 22 año, comenzaron con una simple pintura vertical en la calzada desde la calle de la Mata al parque de Gasset, algo que ya casi nadie recuerda. Todos los gobiernos municipales han incidido en destinar fondos para este medio de movilidad y seguir ampliando el carril bici. Es más, incluso se invertirá una millonada de euros en hacer una pasarela entre la capital y Miguelturrra, fundamentalmente pensada para las bicicletas. Eso sí, veremos por donde conecta y de qué forma con el carril bici. Igualmente, se han realizado propuestas para hacer carril bici entre Poblete y Ciudad Real. Pero, ¿dónde está la dificultad para hacer de la bicicleta un medio adecuado de transporte en Ciudad Real?
Si, la memoria no falla y la hemeroteca está bien consultada, es la tercera vez que se intenta establecer un sistema de préstamo de bicicletas en la capital. 2007 fue el primer año con Rosa Romero, 2023 con Eva Masías y ahora vuelven con Paco Cañizares, las dos últimas veces en forma de concesión de explotación. Las primeras bicicletas del año 2007, retiradas por el Ayuntamiento en 2012, siendo concejala de movilidad Rosario Roncero, acabaron siendo donadas a una ONG y terminaron su vida útil en Guatemala. Ahora, nuevamente, las bicicletas vuelven para el verano como en la obra teatral de Fernando Fernán Gómez.
Qué incentivos necesita el ciudadano para poder moverse en bicicleta en una ciudad que ha crecido y ha desplazado su centro geográfico con la construcción de unifamiliares, pero, que, trabaja en el centro y también acude a comprar al centro. Entre el Hospital General de Ciudad Real, el AVE, la universidad y el área central de la plaza Mayor y plaza del Pilar, que incluye comercios y empresas de banca o servicios, el downtown ciudadrealeño, se concentran la mayor parte de los puestos de trabajo y de los desplazamientos diarios. Entre estos puntos, y del más alejado al centro, la distancia peatonal no supera los 5 km, y, en bicicleta, no pasa de los diez minutos. Es más, la distancia en tiempo para desplazarse en coche en muchas ocasiones es superior a la propia bicicleta. Y, a pesar de ello, no hay bicicletas.
El último plan de movilidad aprobado en la ciudad y publicado en el 2022 contempla, además de las bicicletas, muchas otras medidas como la zona de bajas emisiones, la peatonalización, la movilidad a pie y el transporte público. Todas ellas, conjuntamente, conforman la movilidad de la ciudad a pie, en coche, en transporte público o en bicicleta. Los planes de movilidad no deben ser ni de izquierdas, ni de derechas, deben responder a la mejor organización de la ciudad.
Las bicicletas y la movilidad, necesariamente, van unidos en todos los planes. Esta ciudad tiene, en uso o en proyectos, más de 20 kilómetros de carril bici y muchos más de ciclo carril, que son aquellos carriles que se comparten con el coche. Las rondas y avenidas, de la capital, tienen la limitación a 30 km/h con marcas viales de bicicletas en la calzada, ciclo carriles, para facilitar su uso, pero por donde no circulan bicicletas, y, es más, me atrevería a decir que estamos en una ciudad donde no existe cultura de la bicicleta después de 22 años intentándolo. Hay gente que va al gimnasio a hacer una hora de bicicleta y se desplaza en coche. Carriles bici tenemos, limitaciones de velocidad para hacer compatibles las bicicletas con los automóviles, también los tenemos, aparca bicis, también. Luego, ¿Por qué no se usan las bicicletas?
¿Qué necesitan los ciudadanos para moverse en bicicleta cuando la distancia a recorrer nunca es superior a cinco kilómetros o a diez minutos en bici? Bastaría con aparcamientos de bicicletas estratégicamente situados para que cada uno utilizase su bicicleta particular para desplazase. Pues no, en Ciudad Real no se utilizan las bicicletas ni en el verano. Ni con bicicletas eléctricas que minimicen el esfuerzo. Prima la cultura del coche y está en el ADN de los ciudadrealeños el desplazarse en coche hasta la puerta del establecimiento donde va a comprar o a trabajar intentando buscar aparcamiento, aunque tarde en ello más que en el trayecto total.
¿Cuál es la solución? Existen diversos caminos: el incentivo a la bicicleta, de alquiler o privada, para que el ciudadano lo interiorice, y la use, o la limitación al vehículo privado. Sin lugar a dudas, entre el blanco y el negro, siempre hay toda una gama de grises que se pueden utilizar hasta conseguir los objetivos. Cultura de bici, educación, peatonalizaciones, limitaciones al vehículo privado, incentivos en la compra de bicis o en el uso, aparcamientos disuasorios, la zona de bajas emisiones, que no es otra cosa que una limitación ambiental al vehículo, etc., De lo que no tenemos duda, nadie de los que vivimos en Ciudad Real, es de que, desde rondas hacia el interior la ciudad no está preparada para tanto desplazamiento en coche y la bici puede ser una buena solución. El alcalde actual va mucho a pie, lo mismo le vemos en bicicleta también.