Escolástico González

Fontanería Pública

Escolástico González


Dónde ubicar el Museo de la Caza. Propuesta

11/03/2024

Para algunos, puede resultar necesario que una provincia que cuenta con dos parques naturales y unos suculentos ingresos derivados de la explotación de los recursos cinegéticos quiera tener un museo de la naturaleza y de la caza. La provincia de Ciudad Real tiene casi 12.000 licencias de caza y anualmente organiza en la capital una feria dedicada a la práctica de este deporte. La caza, en esta provincia y región, es tan importante, políticamente, que las licencias para su práctica son ofertadas gratuitamente a los residentes por la comunidad autónoma y disponemos de un aeropuerto exclusivo para cazadores internacionales. (Ironía del destino). 
Para otros, resulta una verdadera estupidez mostrar en un museo lo que está a disposición de todos en una visita directamente a cualquiera de los parques naturales de la provincia, incluido el avistamiento en plena naturaleza de muchas de las especies que estarían dentro del museo. Sin ir más lejos, la berrea es un espectáculo en plena naturaleza que se produce cada año, de mediados de septiembre a mediados de octubre, fácil de visitar en el Parque Nacional de Cabañeros y difícil de musealizar, salvo en un video.  Y, la primavera nos ofrece, igualmente, en las Tablas de Daimiel una exposición única de aves procedente de distintos continentes.  
Servida se encuentra la polémica sobre la necesidad o no del Museo de la Naturaleza y de la Caza frente a otras prioridades de la provincia y de la capital. La caza es un negocio que crea más riqueza y puestos de trabajo en la provincia que las visitas de los parques nacionales. El primero, es un negocio privado, y el segundo, es un negocio público. El Museo de la Caza y la Naturaleza entraría y se plantea dentro de lo público.
Pero, éste no es el objetivo de este artículo. El museo de la caza aún no tiene decidido el lugar donde ubicarse en la capital. Primero se pensó en el viejo edificio de sanidad en la calle Postas. Desechado por inviable económicamente. Después, en el actual parque de bomberos de la capital cuando éste sea trasladado a la carretera de Piedrabuena. Pueden ver el artículo del Museo de la caza, El collar y el perro, publicado en este periódico del 26 de febrero de este año. Incluso, algunos de los promotores han pensado en el antiguo convento de las Terreras recientemente adquirido por el Ayuntamiento para su ubicación, pero la última iniciativa de convertirlo en un gastro echa por tierra toda esperanza. 
Como cualquiera de los tres sitios parece presentar dificultades, el primero el de calle de Postas por estar el edificio en ruina, costando más el collar que el perro, el segundo, el cuartel de los bomberos porque aún no está disponible y porque supone sacrificar urbanísticamente la conexión de las dos partes del campus universitario, y, la tercera, lxas Terreras, porque ni hay espacio disponible, salvo una nueva adquisición de los terrenos colindantes al convento, actuales cocheras, a las concepcionistas franciscanas y porque fue adquirido para otros fines.  
El Ayuntamiento de la capital dispone de un espacio, amplio y suficiente, en el centro de la ciudad, y, sin acondicionar desde hace décadas, en el Parque de Gasset, en donde se encuentra el provisional aparcamiento disuasorio de la ronda de Alarcos, con metros suficientes para este museo en una sola planta y destinar toda la superficie disponible en la actualidad, al mismo tiempo, a aparcamiento subterráneo.  
Diez ventajas, de salida, tiene la propuesta realizada: Una, acondicionar un espacio abandonado desde hace más de 25 años que se hicieron las expropiaciones. Dos, ubicar el museo en el centro de la ciudad y al lado de otros museos como el del Quijote y el del Folclore. Tres, ubicar el museo en la mayor masa verde de la ciudad, susceptible de ampliación con especies forestales autóctonas en el exterior del futuro museo. Cuatro, no se pierden aparcamientos si se realiza un parking publico subterráneo. Cinco, una propuesta más económica al poder realizarse en una sola planta. Seis, el edificio de la calle Postas se puede dedicar a ampliar el minúsculo y mal llamado parque Manuel Marín. Siete, cuando se traslade el actual parque de bomberos de la ronda de Toledo se puede realizar la conexión de las dos partes del campus universitario. Ocho, la propiedad de la parcela que se propone es municipal y ambas corporaciones interesadas, Ayuntamiento y Diputación, son del mismo color político y las modificaciones técnicas son fáciles. Nueve, no se pierde superficie de zonas verdes al convertirse en parque público el actual edificio de sanidad. Diez, se sigue conservando la inversión en la capital.
Al margen de las distintas opiniones comentadas al inicio de este artículo sobre la necesidad o no del museo, que sanamente deben de formar parte de la opinión de la ciudad. Si el museo se hace, el lugar más adecuado, es el parque de Gasset en los actuales terrenos disponibles. 
Si igualmente fuese necesario hacer una cesión de la parcela propuesta a cualquiera de las administraciones, Diputación o comunidad autónoma, que realicen primero la construcción y después su posterior explotación, no debería existir ningún problema al ser municipal y poder intercambiarse por la de la calle Postas.  El PSOE, local y regional, no deberían de poner inconveniente a una propuesta que mantiene el Museo de la Caza y Naturaleza propuesto por ellos en Ciudad Real y que resuelve otros asuntos urbanísticos y no menos importantes al mismo tiempo.