Una triste semana para la capital y la provincia. En un periodo de siete días, Oscar Puente, Ministro de Transportes y Movilidad, nos devuelve desde Mérida a la realidad ya conocida desde 2021 de la A43, y, el Presidente de los empresarios castellano manchegos, Ángel Nicolás, nos dice lo ya también conocido sobre el apoyo institucional al Aeropuerto de Toledo en Casarrubios del Monte, indicando que, los empresarios prefieren el de Toledo al de Ciudad Real. Unos días antes, igualmente, el consejero delegado de Air City Madrid Sur, Javier Ruedas, exjefe de gabinete del presidente García-Page y exdirector de comunicación de la era de Pepe Bono en Castilla-La Mancha, actual empresa propietaria del aeródromo de Casarrubios del Monte se había descolgado con las declaraciones de que construyendo el aeropuerto de Toledo se beneficiaría al de Ciudad Real. Hay que ser todo un… experto de la comunicación para poder hacer tal afirmación sin despeinarse.
Semana aciaga, que, ya para rematarla, concluía con una nueva medida del gerente de Renfe, responsables de los Avant, restringiendo las reservas a los abonados diarios del AVE entre Ciudad Real y Madrid tan solo una semana después de haberles subido los tiempos de viaje.  
Desde la provincia se escuchan tímidas voces en defensa de las infraestructuras de Ciudad Real o de los actuales transportes, algo básico y esencial para el futuro.  Blanca Fernández, delegada del Gobierno en la provincia es la única que se ponía tareas para esta legislatura prometiendo dedicarse a solucionar eternos problemas. No obstante, daba una larga cambiada a la A-43 y recordaba la autovía Toledo – Ciudad Real como algo a reivindicar, mencionaba a Adif y se olvidaba del aeropuerto. No faltaron reflejos al alcalde de Ciudad Real para salir en defensa de la infraestructura aeroportuaria ciudadrealeña, aún en contra de su jefe político en la región, solicitando a la Junta el apoyo necesario para que CRIA pueda remontar. Pero lo tiene difícil, muy difícil, una, porque el aeropuerto de CRIA esta financieramente muerto y sin capacidad operativa de su dueño, deudor de la hacienda pública en más de 40 millones de euros desde hace años, y, en segundo lugar, porque en la Junta ya están conjurados para sacar adelante el Aeropuerto Madrid Sur en Toledo. El lobby Bono funciona.
Hace unos meses decía la delegada del Gobierno que había que hacer piña, aliarse todos, alcaldes del PSOE y del PP y la Diputación para la A-43 en la opción sur, unas declaraciones fantásticas, pero de escaso éxito, y, especialmente porque faltaba, al conjuro, un programa de actuación. Como ya le advertí en esta misma columna (La Tribuna de Ciudad Real de 16 de octubre 2023), diciéndole que el pragmatismo de la solución de la N-430 hubiese supuesto avanzar frente a la opción sur de la A-43. Hoy, todo es una hoja en blanco, como ha dicho el Ministro. Dos años y medio, nuevamente perdidos, después de más de veinticinco años de espera con la opción sur de la A43. 
Que nadie se moleste cuando hablo, desde estas páginas y columna de opinión, de la profesionalización de la política, porque me reafirmo en cada una de las palabras del artículo de la semana pasada. No se pueden diluir las responsabilidades que se tienen, con la provincia, por quienes han sido elegidos o nombrados para los cargos de gestión y representación solo porque pueda molestar a su jefe de filas. Cuando eso sucede pierden primero su libertad y después la confianza del ciudadano.  Pero, es más, no solo es responsabilidad de los cargos públicos unipersonales, también lo es de las instituciones. Demasiadas mociones políticas y pocas mociones para el desarrollo de la provincia instando soluciones. 
Otra institución, a quien se echa en falta, demandando soluciones, es a la Cámara de Comercio, que siempre han sido pionera en crear foros de opinión y no la hemos oído decir nada. Ya no del aeropuerto, promotora en su día de la infraestructura aeroportuaria y obligada a reivindicar la supervivencia de la instalación, aunque no sea más que como padre putativo de la Cría – tura, sino tampoco del retraso o abandonos de proyectos que afectan a la competitividad de la provincia y de las empresas que radican aquí. 
 Recapitulando: Una opción sur para la A-43 que es una ficción. Una N-430 que está en blanco después de la resolución de 2021 para el estudio de la misma. Una N-401 de Toledo a Ciudad Real sin solución alternativa. Una A-42 entre Ciudad Real y Córdoba perdida. Un aeropuerto a punto de cumplir 30 años. desde su inicio societario, muerto financieramente. Sin estación de mercancías por ferrocarril en Ciudad Real y Puertollano. Un Avant, servicio público, en retroceso para los usuarios y clientes. Y, todo ello sin hablar de las variantes de la capital y las circunvalaciones, de los puertos secos en proyecto o del ferrocarril convencional entre Ciudad Real y Badajoz. Mucho trabajo, y mucha tarea, pero para todos.