Hace ya unos meses un lector de La Tribuna preguntaba por redes sociales sobre el centro de visitantes del aeropuerto y su actual abandono. Sobre los robos de las placas de cobre que se producen en el mismo y de por qué se encuentra cerrado al público durante tantos años. Las preguntas, muchas y variadas, conviene ponerlas en orden comenzando por saber del edificio y las razones de su construcción al lado del aeropuerto en un suelo expropiado para usos industriales y partiendo de la base de que el edificio, en sí mismo, nunca ha sido necesario para la explotación aeroportuaria.
El centro de visitantes se construye al otro lado de la vía del AVE sobre una superficie de 48.631 metros cuadrados dentro de una finca mucho mayor en la zona de Cabeza Parda que fue expropiada inicialmente para usos industriales, pero que, en 2006, consecuencia de las nuevas medidas compensatorias impuestas al aeropuerto para su construcción por la Declaración de Impacto Ambiental, quedaría fuera y excluida del Plan Director al reducirse el tamaño inicial del aeropuerto de 1.700 a 1.234 hectáreas. Todas las fincas expropiadas al otro lado de las vías del ferrocarril en la parte noroeste quedan fuera del Plan Director excepto la parcela que ocupa el centro de visitantes y que se queda como una isla que pertenece al Plan Director del aeropuerto.
La obra e inversión del centro de visitantes se justifica dentro de las medidas generales y especiales de carácter compensatorias establecidas por el impacto ambiental que se exigen al aeropuerto para su construcción y que fueron: Reducción de la superficie del aeropuerto. Ampliación de la ZEPA, elaboración de un plan de gestión de la ZEPA, aislamiento acústico o realojamiento de la población de Villar del Pozo, etc., entre las de carácter especial, pero también otras de carácter más general como la creación de una Fundación para la realización de actividades socioculturales que beneficien especialmente a los Ayuntamientos de Ballesteros de Calatrava, Villar del Pozo y Cañada de Calatrava.
El desarrollo del aeropuerto, en una zona rodeado de volcanes de hace más de 4 millones de años junto a la cuenca del Jabalón (Cabeza Parda, la Halconera, La Torrecilla, etc.), hace pensar a los promotores en que una forma de colaborar con los municipios aledaños a la infraestructura puede ser un centro de interpretación de volcanes dotado de medios técnicos donde poder explotar turísticamente y dar a conocer la historia geológica del magma en la comarca del Campo de Calatrava. Conviene recordar que la Universidad de Castilla-La Mancha en aquellos años ya había publicado diversos trabajos desde su facultad de Geografía sobre los volcanes en el Campo de Calatrava que finalmente han sido declarados por la UNESCO como Geoparque en 2021 y tanto Diputación, institución que presenta el proyecto de Geoparque, como la UCLM eran socios del aeropuerto desde 1996.
El centro de visitantes es un proyecto realizado por el que fue el primer director General del Aeropuerto, Tomás Herrera, y dispone, de un centro de interpretación, de una zona multiusos en su interior con un auditórium, salas de usos múltiples, medios audiovisuales, un mirador al Campo de Calatrava y al aeropuerto en lo alto del edifico. Cuenta igualmente con zona de exposición histórica, oficinas, cafetería y aparcamientos para vehículos y autobuses. Los edificios que lo componen son dos troncos de cono, el mayor de unos 16 metros de altura, y se encuentran recubiertos de láminas de cobre y de ahí su color verdusco al producirse la oxidación. La construcción fue realizada por Preturbi SL, una empresa de la provincia que entraría en concurso después del aeropuerto, y su coste final de construcción ascendió a 9.600.000 euros.
A pesar del coste del edificio, y de la inversión realizada, el centro de visitantes no es autosuficiente y no dispone, a día de hoy, de energía eléctrica y agua corriente. Se abastece por generadores y falta por implementar algunas medidas de seguridad para poder estar abierto al público. No obstante, está terminado para los fines que fue diseñado si se solucionan las medidas de seguridad. Dispone de una parte fija de exposición sobre los primeros pobladores de la comarca del Campo de Calatrava y una recreación audiovisual de un volcán en erupción.
La propiedad y el mantenimiento del centro de visitantes corresponde al dueño actual del aeropuerto, pero esa propiedad no ha estado exenta de polémica durante el concurso de acreedores. El centro de visitantes fue vendido por Aeropuerto Ciudad Real SL en 2008 a Aeropuerto Ciudad Real SA, sociedad esta última perteneciente a Diputación Provincial y Cámara de Comercio, que fue la sociedad originaria de donde nació el aeropuerto en 1997. La venta del edificio se realizó con el ánimo de que la Cámara y Diputación pudiesen utilizarlo para fines didácticos y complementarios a las actividades divulgativas sobre los volcanes.
La Diputación y la Cámara, socios de CR Aeropuerto SA, al 50%, con 6,5 millones de acciones deciden en abril de 2008 salirse del aeropuerto vendiendo su participación mediante el procedimiento de reducción de capital y amortización de sus acciones siendo valoradas las mismas en 18,5 millones de euros. El pago de la operación por parte de CR Aeropuertos S.L se realiza mediante la entrega en propiedad del centro de visitantes cuyo valor se estableció en 12 millones de euros y un pago en metálico 6,5 millones de pagaderos en tres vencimientos los días 31 de julio de 2009, 2010 y 2011. A día de hoy, Cámara y Diputación, propietarios de la sociedad que vende sus acciones a Aeropuerto Ciudad Real S.L, aún pleitea con Hacienda por el IVA figurando en la lista de morosos que cada año publica la Agencia Tributaria, aunque suele ser confundida por tener un nombre muy similar con la sociedad de titular del aeropuerto.
10 años después de la operación del intercambio de las acciones y del cambio de propiedad del centro de visitantes, el juez de lo Mercantil, siguiendo la línea de los administradores concursales, decide anular la operación de compraventa de las acciones y la Cámara y Diputación pierden la propiedad y el centro de visitantes pasar a ser nuevamente del actual titular del Aeropuerto. La instalación sigue cerrada al público y deteriorándose y los Ayuntamientos y Diputación no pueden contar con ella para nada. Es más, quedó fuera de los programas de divulgación del Geoparque, pero forma parte de las medidas de compensación establecidas por la DIA para el funcionamiento y apertura del aeropuerto y por eso el juez lo revirtió.