Miguel Ángel Jiménez

Comentario Dominical

Miguel Ángel Jiménez


Despertando para ofrecer buenos frutos

17/11/2023

El evangelio de este próximo domingo, el que escucharemos en misa, si vamos, o el que podremos leer, incluso, en lo escondido de nuestra habitación permitiendo que cale en lo profundo de nuestro corazón, es el de la parábola de los talentos. La conocemos de sobra: un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y les entregó, según su capacidad, a uno cinco talentos, a otros dos, y a otro uno. Se marchó. 
Esta parábola ha dado nombre, el talento recibido, ha dado nombre, incluso, a las cualidades que cada uno tenemos y que admitimos como don y regalo. No es por nuestros propios méritos, sino por pura gracia. Somos así. Sin más. Otra parte de nuestra vida, de nuestro carácter, es verdad que lo hemos forjado, pero, en mucho, gracias a las cualidades recibidas inmerecidas y de manera inexplicable. Por eso, debemos tener una actitud primera de agradecimiento por el don de la existencia, por ser como somos; por las personas que nos han dado la vida y que han influido en nuestro desarrollo. A veces de manera determinante. Inexplicable, en realidad, las soberbias y orgullos. Casi todo lo debemos.
Benedicto XVI, además, pone el acento al hablar de esta parábola en el don de la fe. En como hay personas que hemos recibido el bautismo, la eucaristía desde la primera comunión, que la gracia de Dios actúa en nosotros a través de los sacramentos. Sin embargo, dejamos esos dones adormilados. A veces por dejadez, también por pereza, por comodidad… Todos, cada uno en su medida, tendremos una responsabilidad de la que dar cuentas. Además, que nuestra vida no es solo para nosotros, también influimos y afectamos a los demás..