Lo anunciaba el seleccionado español Luis de la Fuente en sus primeras declaraciones una vez finalizado el encuentro, frente a Georgia: «El partido era de 8-1 o 9-1» para advertir que enfrente había un porterazo que había sobresalido en la Liga española jugando con el Valencia como es Mamardashvili. Pero también se resaltó en el análisis global del encuentro que se habían contabilizado 35 disparos a puerta. La crónica final del partido con esa estadística recordaba otros tiempos desafortunados, en los que se presumía de un dominio del 80% del juego del equipo nacional y solo un disparo a puerta en 90 minutos. Hay que recordar a estas alturas a un jugador fundamental en los partidos jugados. Me refiero al mediocampista español que juega en el Manchester City, Rodrigo, qué está ejerciendo una labor fundamental en la contención y organización del juego español. Marcó el gol que llegaba en momentos muy oportunos en el minuto treinta y ocho de la primera parte minutos de juegos. El zurdazo de Rodrigo, que salió como una exhalación, era una premonición de los goles que se iban a marcar posteriormente. Ya está calificado como el mejor centrocampista defensivo de Europa, siempre dispuesto para disparar su acertada diana. Fue nombrado mejor jugador del partido y ofrecía su impresión del encuentro en estos términos:«El partido ha sido complicado, nos han puesto en apuros, tal vez no tenían el nombre de otras selecciones, pero nos han metido un gol en los octavos de final y nadie lo pone fácil. Ya lo hemos visto en otras ocasiones. Hay que pisar más las zonas del área rival. Nos ha dicho el seleccionador y también probar desde fuera del área que también entran los goles. El equipo ha sacado carácter y orgullo».
Los georgianos se defendían con un ardor guerrero, impresionante, pero insuficiente, para cuando nuestros jugadores se habían quitado los miedos para ligar con la soltura que proporciona la seguridad de un tanteador que te proporciona el pase a octavos de final. Aparecían ya las jugadas clásicas de balón de lado a lado, con los dos extremos que son la sensación de la Eurocopa, Nico Williams y Lamine Yamal. Bailaron bajo la lluvia en Colonia. El barcelonista le puso el 2-1 a Fabián y el primero sentenció con un enorme gol.
La crítica italiana, la prensa trata con mucha dureza a la azzurra tras caer eliminada. «Es la Italia más fea, horrible y frágil de nuestras vidas». En la otra orilla está Inglaterra, que tiene en Bellingham a su salvador. El madridista rescató a Inglaterra con una chilena en el tiempo añadido antes de que Kane marcara el 2-1 definitivo al inicio de la prórroga. Bellingham declaraba al final del encuentro: «Faltaban 20 o 30 segundos para que estuviéramos fuera de la Eurocopa y el estado de ánimo ahora es de una gran diferencia, por lo que puede hacer el equipo en el futuro en un momento enorme, pero este es un torneo largo y solo lo sabemos si ganamos la Copa». Mucha suerte para España. Salvando a Alemania, el camino se dulcifica y allana. Y en esas estamos.