Escolástico González

Fontanería Pública

Escolástico González


Poca información y escaso debate

25/11/2024

Acceder a la información del Ayuntamiento por parte del ciudadano es extremadamente difícil cuando se pretende profundizar y conocer algo más que el titular de prensa soltado cada lunes por el portavoz municipal después de la Junta Local de Gobierno. Los expedientes municipales, y que no corresponden a Pleno, se llevan a la Junta Local, que se celebra habitualmente de forma ordinaria todas las semanas. Pues bien, de esa Junta de Gobierno, la más importante de todas las comisiones de trabajo del Ayuntamiento, incluso en la mayoría de las ocasiones más importante que el propio Pleno municipal, solo se publica en la página Web el orden del día, y poco más, desconociéndose, más allá del titular, el contenido de los acuerdos adoptados. 
Cada lunes se conoce en tiempo real la información que facilita el portavoz en la rueda de prensa posterior a la Junta Local, pero falta la información real donde se sustenta el acuerdo, falta la letra pequeña, que son los informes técnicos de los funcionarios que acompañan a cada asunto y que son la base del mismo. La información, aunque sea a posterior en el acta, es sinónimo de transparencia. Pero no es solo cosa de este Ayuntamiento y de esta Corporación, sucedía antes y sucede también ahora. El papel de la oposición tampoco contribuye a la información y a la transparencia de los asuntos diarios de la vida de la ciudad, normalmente, porque no asisten a la Junta Local de Gobierno, limitándose su trabajo a la crítica de la gestión puntual de una Concejalía, habitualmente con poca relevancia pública. 
El Ayuntamiento de Ciudad Real, como la mayoría de los ayuntamientos, no se caracteriza precisamente por facilitar una información al día, completa y fidedigna de los asuntos domésticos que afectan a la vida de la ciudad. La información de los expedientes tratados en Junta Local de Gobierno o Pleno pasan meses hasta que son colgados en el portal municipal y nunca aparecen en su totalidad, pasando desapercibidos para la mayoría de los ciudadanos. Se puede dar la circunstancia de figurar en la web un informe del Secretario del Pleno sobre el trámite de un expediente y no aparecer nunca el expediente completo.  
En general, en la política municipal existe poco espacio para el debate de los grupos políticos y aún menos para el debate ciudadano fuera de los cauces reglados. Por otro lado, la composición y formación de las comisiones de trabajo y la toma de decisiones en los órganos de gobierno municipal impide también a los grupos municipales la posibilidad de confrontar opiniones, y a los ciudadanos de conocer directamente las propuestas de la oposición. Algunas veces, incluso, de recibir la información. Todo el debate municipal, entre grupos, de los asuntos de la Junta Local de Gobierno, queda reducido a la crítica publica de la gestión para desgastar al adversario político, pero sin aportaciones. La oposición tiene que cambiar porque la forma de concebir una ciudad es difícil de deducir solo de la crítica. Si no hay aportaciones previas, todo se convierte en critica a posteriori. Da la sensación de falta de ideas.
Esa falta de debate interno y de información pública del día a día, ambas cosas, motivada por la forma de organización de los ayuntamientos, afectan al interés del ciudadano por los asuntos diarios de la ciudad, pero, además, hace que la oposición se convierta en irrelevante al ir siempre a rebufo de los titulares de prensa de asuntos ya acordados y teniendo que recurrir al Pleno mediante mociones para conseguir protagonismo, no sin caer en el ridículo, en algunas de ellas, por su escaso valor político y por no aportar nada a la vida diaria de los ciudadanos en términos de propuesta alternativa. 
En mi opinión, la actual forma de hacer oposición no interesa al ciudadano y no despierta interés. Sin ir más lejos, el último Pleno del Ayuntamiento, el de octubre, ha tenido todo tipo de mociones, desde el picudo rojo que puede afectar a las palmeras de la ciudad presentada por el PSOE hasta la petición de dimisión del presidente del Gobierno presentada por Vox.  Entre una y otra hay grandes diferencias, pero ambas son innecesarias en un Pleno municipal. Una, por ser sobradamente conocida la posición de Vox y PP, no aportando nada nuevo, y la otra, porque con una propuesta a los servicios técnicos y al concejal del área hubiese sido suficiente.  
La mayoría de las mociones solo sirven para agrandar la brecha ideológica que separa a los grupos municipales poniendo de manifiesto las diferencias entre sus respectivos partidos y eso les resta capacidad personal, a los electos, para llegar a acuerdos de gestión de la ciudad. En la política local el liderazgo personal es igual de importante que el del partido.
A pesar de los intentos de que solo se presenten mociones constructivas, el Pleno municipal siempre acaba siendo reflejo de los temas que más diferencias ideológicas tienen los partidos a nivel nacional, que no a nivel local en la forma de concebir la ciudad que sería lo deseado.  Cada mes, el Pleno del Ayuntamiento se enreda con mociones que son poco válidas para el debate municipal de la capital. Las mociones presentadas están dirigidas hacia el interior de los partidos políticos, hacia la fidelización de los propios militantes. Se busca conseguir un efecto de aprobación ideológica ante quienes fiscalizan la gestión dentro del partido. Veremos qué sucede en el Pleno de noviembre que se celebra esta semana.