Escolástico González

Fontanería Pública

Escolástico González


Un inesperado modelo de negocio

21/10/2024

De todos los negocios anunciados y fallidos que ha propuesto el empresario del aeropuerto, Rafael Gómez Arribas, desde que resultó ser su adjudicatario en 2019, año en que deslumbró a los administradores concursales, al juez de lo Mercantil, a instituciones provinciales, locales y regionales y a la sociedad cameral con una sarta de mentiras sobre inversiones y empleos en el aeropuerto para que se lo adjudicaran, el negocio de los inmigrantes es el único que se escapaba a la imaginación colectiva y el único que no estuvo nunca en ninguno de los business. 
No obstante, sucede con la instalación de un Centro de Acogida de Emergencia y Derivación de inmigrantes irregulares (CAED) en el aeropuerto de Ciudad Real lo mismo que en los años 70/80 cuando se querían construir las centrales nucleares, que una parte de la población reconocía la necesidad de la instalación y sus bondades, pero nadie lo quería en su provincia. Cuanto más lejos, mejor. Eso puede estar sucediendo con el CAED propuesto, y aun en expectativa de ubicación, en el aeropuerto de Ciudad Real. Mientras el líder del PP a nivel nacional, el señor Feijóo, está en Europa desprestigiando la política de inmigración de España y alabando el modelo italiano de estos centros fuera de las fronteras de Europa como la mejor solución, el PP de Ciudad Real, en sentido contrario, los llama «centros de concentración» y al PSOE regional se le ponen los pelos como escarpias de pensar que se pueda convertir en una realidad y tener que caer en la esquizofrenia adaptando el discurso de la inmigración.
Ambos, PP y PSOE, han salido prestos a denunciar el CAED, sin saber en qué condiciones y con qué inversiones se realizarían las infraestructuras de la instalación para albergar personas, coincidiendo, también ambos, en la ilegalidad urbanística de las instalaciones del CAED al no contemplarlo el Proyecto de Singular Interés aprobado por la Junta de Comunidades en el año 2003 y que permitió la creación del aeropuerto (PSI). Por cierto, algo falso porque el aeropuerto con su Plan Director aprobado por Fomento mediante la orden 3612/2006 tiene título suficiente para poder tener en su interior actividades de alojamiento y servicios a los pasajeros de llegada y salida en su segunda línea. Es precisamente el PSI aprobado por la comunidad autónoma en 2003, al que hace referencia el presidente Page y el alcalde de Ciudad Real, el que no está en vigor porque la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) mediante resolución de 16 de febrero de 2006 a propuesta de la Unión Europea modifica el PSI de 2003 y obliga a realizar uno nuevo. Algo que nunca ha sucedido y, ni la comunidad autónoma, ni el Ayuntamiento han exigido hasta la fecha.
El aeropuerto de Ciudad Real vuelve a ser protagonista en España y puede volver a ser influyente en los resultados electorales de la región. En 2011 se utilizó, se politizó, para hacer caer al presidente Barreda. Aeropuerto y CCM fueron los argumentos de María Dolores de Cospedal para asaltar el Gobierno regional. Y, ahora, el aeropuerto puede llevarse por delante la estrategia electoral de García-Page para seguir gobernando esta región. Claro, que también puede ser el karma que siempre vuelve como un juez social para recordar a la Junta de Comunidades, a la Cámara, a la Diputación y al Ayuntamiento, sus relaciones de ida y vuelta con la infraestructura. 
El CAED es como un misil disparado por el Gobierno central de Pedro Sánchez. La instalación en el aeropuerto de Ciudad Real pondría en peligro la trabajada y populista estrategia electoral de Page en Castilla-La Mancha y más especialmente en la provincia de Ciudad Real, que es la provincia que le dio el triunfo electoral en las últimas elecciones. Ciudad Real decantó, por un diputado, el resultado que le permite a Page tener en las Cortes Regionales la mayoría de 17 diputados del PSOE frente a los 16 de PP-VOX. Fue un apurado triunfo por escasamente 1.500 votos de diferencia. 
El CAED es el punto ideológico que le faltaba a García-Page, el de la inmigración, para confrontar con el PSOE de Pedro Sánchez pareciéndose aún más a la derecha. Primero, indultos y amnistía, después la financiación singular de Cataluña y ahora la inmigración. Los tres pilares ideológicos de la derecha y extrema derecha para desgastar políticamente al gobierno y hacerlo caer. Pedro Sánchez, con un solo acuerdo entre el aeropuerto y el Ministerio de Inclusión, mete a García-Page en la tercera pata ideológica de la derecha, la inmigración, y le obliga a asumir los mismos postulados que ella para seguir aferrándose al poder en CLM. Una jugada perfecta para acabar con García- Page a nivel nacional en el próximo congreso nacional. Un misil directo a la línea de flotación electoral que Page se ve obligado a desactivar.
Tal y como decía anteriormente, se acaba el espacio de esta columna y yo tampoco he entrado en el fondo del asunto de la inmigración. No he sido capaz de reflexionar sobre el hecho de que la inmigración no es un delito y no hay que recluir a los inmigrantes; de que utilizamos ahora, hipócritamente, los derechos humanitarios para rechazar la instalación pensando en el bienestar del inmigrante, sobre si la inmigración puede resultar o no beneficiosa para una provincia agrícola y sin mano de obra joven que se vacía año tras año; de si el CAED puede ser bueno para el futuro del aeropuerto y la provincia; de que no tenemos mano de obra para la construcción y para muchos servicios y, como final,  de que se vete el comercio con el aeropuerto por parte de la misma institución cameral que lo creó en el  96.