Escolástico González

Fontanería Pública

Escolástico González


La Talaverana. Viejos conceptos, nuevas ideas

04/09/2023

Finaliza la Feria y se acaba el verano. Esa es la sensación de siempre. Aún más cuando llegan las primeras lluvias de septiembre, pero realmente solo hace dos semanas que estábamos en plena canícula disfrutando de la Feria y fiesta de la ciudad. Además, este año el Ayuntamiento ha recuperado La Talaverana como espacio singular para la celebración de un baile de mayores, que, por cierto, fue todo un éxito con más de 700 personas y sin necesidad de edulcorar la tarde-noche con chocolate. Todo un error catalogarlo y llamarlo como baile de mayores. Y es que el edadismo está en los políticos y mediante ellos llega a las instituciones.
El éxito de La Talaverana no procede de la actividad exclusiva del baile con orquesta dedicada a los mayores, pues esas mismas personas disfrutan también del vermú de la plaza Mayor, de las atracciones de la Feria con sus nietos o pareja y de la asistencia a conciertos en el auditórium, etc. Hay que dejar los estereotipos y prejuicios sobre los mayores y, especialmente, la discriminación por edad. El éxito de la actividad en La Talaverana viene de haber utilizado un nuevo concepto de Feria lejos del ruidoso recinto ferial. 
Las fiestas tienen cuatro espacios donde se desarrollan: recinto ferial; plaza Mayor y avenida del Rey Santo; explanada del Quijote Arena; y Fuente de La Talaverana, en el parque de Gasset. El año próximo, con la recuperada plaza de toros, serán cinco los puntos de interés. Pues bien, de los cuatro primeros lugares, ninguno reúne las condiciones óptimas para la celebración de las fiestas. El quinto, cuando se inaugure, ya veremos cuál ha sido el resultado de la gestión de la última alcaldesa, que hizo de ello bandera y causa mayor, hasta el punto de no abandonar la Concejalía de Festejos y Asuntos Taurinos durante los dos años al frente de la Alcaldía compaginando ambas ocupaciones. Con escaso éxito para gestionar los tiempos de una y otra, a la vista del resultado electoral.
El primero de los recintos, el Real de la Feria, si utilizamos un argot sevillano que tanto gusta en esta tierra para renombrar la Semana Santa, es un recinto pequeño y que comienza a ser peligroso para ubicar en el mismo tantos vehículos y atracciones. La construcción de los pabellones del Ifedi ha restado capacidad para ubicar en las inmediaciones del recinto, en los antiguos aparcamientos donde hoy están ubicados los pabellones C y D, los vehículos particulares, camiones y caravanas, que acompañan a los feriantes y se han tenido que meter dentro del propio recinto ferial. 
La saturación del espacio es agobiante, en muchos casos, e impide el paso creándose barreras artificiales. El vallado de las casetas jóvenes unidas al auditórium es otro de los espacios angostos. Igualmente, y como punto negativo del recinto ferial, es la realización de los conciertos al aire libre en el interior del auditórium. Conciertos que, como el de Víctor Manuel, se celebraron sin posibilidad de oírlo adecuadamente porque el perrito piloto lo inundaba acústicamente. Resulta curioso tener pabellones multiusos a escasos metros de distancia y que no se puedan usar. La colaboración Diputación-Ayuntamiento, hasta en tanto y cuanto la ciudad tenga un nuevo espacio ferial o un nuevo auditórium, debe pasar también por la organización de actividades de las ferias y fiestas dentro del Ifedi. Diurnas y nocturnas.
El segundo de los recintos, la plaza Mayor y la avenida del Rey Santo, posiblemente uno de los de mayor éxito de toda la feria, en especial la plaza Mayor con el vermú, que es la actividad más popular, necesita de una reordenación interior del espacio y de las barras de bar una vez que se instalen los toldos que la ciudad lleva esperando más de ocho años. 
El tercero de los espacios, el de los aparcamientos del Quijote Arena, que no es en sí un recinto ferial, puesto que se trata de un improvisado vallado donde habitualmente se concentran los más jóvenes para hacer el botellón (que, por cierto, este año ha sido gratuito su acceso y no ha habido pelotazo) previo a su desembarco en las casetas del ferial a altas horas de la madrugada, quizás, requiera de una pensada para conectar ambas actividades. 
Es comprensible la resistencia de una parte de industriales a la pérdida de negocio, igual de comprensible que la de los jóvenes a tener que consumir a determinados precios, pero si se habla, lo mismo existe un punto de conexión, en según qué horarios y lugar, y puedan tener un mismo espacio común las casetas jóvenes y el botellón libre.
El cuarto de los espacios, La Talaverana, todo un éxito en las dos actividades celebradas, merece la pena seguir creando actividad en él, y no solo dirigida a los mayores. Queda patente, por el éxito, que en el recinto de La Talaverana pueden desarrollarse actividades dirigidas a un público con un perfil distinto al que tienen las casetas municipales, el auditorio en horario nocturno, o el baile del vermú al mediodía. La recuperación de una pregonada capitalidad y del público de la provincia, cuando el próximo año se organicen las corridas de toros, que se recuperarán, puede ser un nuevo espacio a considerar. Se trata de recuperar viejos conceptos, pero con nuevas ideas. 
Mientras la ciudad no se plantee un nuevo recinto ferial, que tampoco sería descabellado ni desproporcionado, habrá que pensar en la recuperación de nuevos espacios para una mejor organización en el interior de la ciudad, mejorar los aparcamientos para feriantes, utilizar los pabellones del Ifedi, definir un espacio joven y avanzar en la recuperación del recinto de La Talaverana.