Tres hermanos septuagenarios aparecen asesinados en su casa de Morata de Tajuña. El supuesto homicida es el prestamista al que las dos hermanas debían más de 50.000 euros. El tercer hermano era discapacitado y, al parecer, no se había enterado de nada. 
Estas mujeres necesitaban ese dinero para ayudar económicamente a sus supuestos novios. Ambas consideraban que tenían relaciones con unos soldados americanos que estaban en misiones de trabajo en Afganistán. Pese a tener más de sesenta años, no fueron capaces de entender que eran víctimas de una estafa. Varias personas, cercanas a ellas, trataron de abrirles los ojos, sin éxito. Ellas estaban totalmente convencidas de que, pese a no haber visto nunca a sus parejas, tenían unos noviazgos estables. Hicieron todo lo posible para complacer a esos 'soldados' que tanto las querían y que necesitaban dinero para cobrar unas herencias. 
Visto desde fuera puede parecer una barbaridad que haya personas que caigan en estas trampas, pero tal vez la soledad o la desesperación nos debiliten y nos conviertan a cualquiera en vulnerables, por muy fuertes que nos creamos. 
Tal vez esas mujeres necesitaran un poco de atención o de cariño, tal vez hacía mucho tiempo que no tenían pareja o tal vez querían vivir alguna aventura que les diera un poco de vida.  Les gustó leer que tenían un perfil bonito en las redes, que aún resultaban guapas y atractivas, y les animó esa sensación de saberse deseadas por dos caballeros, supuestamente atractivos en las fotos. Todo eso fue bastante para compensar el hecho de que nunca los hubieran visto personalmente o de que no tuvieran ningún conocido en común que pudiera transmitirle información sobre ellos. 
Esa es la triste baza con la que juegan estos llamados estafadores del amor. Su objetivo es arruinar a personas necesitadas de afecto o quizás, tan solo, de sentirse deseadas. Juegan con la baja autoestima y la debilidad humana y eso es un crimen atroz. 
En el caso de personas de la tercera edad se juega además con otro factor: La desesperación por querer vivir lo poco que parece que nos quede. Cuando, debido al edadismo, hombres y mujeres pueden sentir un rechazo en más sectores, un amor imprevisto puede convertirse en un maravilloso regalo. La magia del enamoramiento retrotrae a la juventud y despierta sensaciones que podrían parecer dormidas, en resumen podríamos decir que 'revive'. Es por eso que estas víctimas se entregan totalmente a estas relaciones que los estafadores saben cómo ir tejiendo para tenerlas enganchadas.
No dudo que Amelia y Ángeles, así se llamaban estas mujeres, fueran felices pensando que eran amadas, ni que los cumplidos y halagos de sus 'amados' les deparasen una sensación de euforia y alegría que las llenase por completo. Pero el precio que pagaron por ello, primero arruinándose y después siendo asesinadas junto a su hermano, ha sido demasiado alto. 
Quizás haya momentos en los que no sabemos gestionar las emociones, la realidad ni la carencia de una pareja. 
Sucesos como este nos recuerdan lo importante que es incidir en la educación emocional y lo mucho que, en ese tema, tenemos que aprender.