Actualmente la corporación municipal salida de las urnas de 2023 tiene como concejalas a tres de las ultimas Dulcineas, las de 2016, 2017 y 2019. La Dulcinea de Ciudad Real es uno de esos nombramientos que después, con cierta frecuencia, aparece en las listas electorales de algún partido político. Es curioso, porque con los Pandorgos no sucede lo mismo a excepción de quien lo fuera en 1986 y que D.E.P, Antonio Villaseñor Turrillo, que terminó siendo concejal Independiente con Selas.
En el caso de las Dulcineas, en las elecciones de 2007 aparecía en las listas del PP, con Rosa Romero, Lydia Reyero, que había sido proclamada en las fiestas de 2003. En 2016, Eva María Masías fue proclamada Dulcinea y después, en 2019, lideraría las listas de Cs al Ayuntamiento y terminó siendo la última concejala de Festejos y alcaldesa de la ciudad. En las fiestas de 2017, resultaba elegida Dulcinea Ana Belén Chacón, que acabó en las listas del PSOE de 2018 como independiente y actualmente sigue siendo concejala del PSOE. Y, ya finalmente, en la Feria y fiestas de 2019 resultó elegida Dulcinea Fátima de La Flor, que había sido previamente concejala de Recursos Humanos en la última legislatura de 2015 con el PP y que es actualmente la concejala de VOX que desempeña el cargo de concejal de Tradiciones Populares y Festejos de la corporación y a quien le corresponde la dirección de la Pandorga y de la Feria y Fiestas de la capital en 2024.
Con este panorama de concejalas está servido el duelo entre Dulcineas. El año pasado, que no dio tiempo a Fátima De La Flor a organizar absolutamente nada, porque todo lo había dejado atado y bien atado Eva María Masías, última concejala de Festejos, ya surgieron los primeros dimes y diretes por la posición de la Asociación de Dulcineas y Damas Manchegas en el desfile de la ofrenda a la patrona. Este año que la actual concejala organiza por primera vez la Pandorga y fiestas estaremos atentos dónde surgen los primeros incidentes y críticas a la gestión. Eso sí, la actual concejala ya tiene en su haber una cabalgata de Reyes Magos de 2024 que gustó y dejó un buen sabor de boca en la ciudadanía después del estrepitoso fracaso de la cabalgata de 2023 por la anterior concejala y también Dulcinea Eva María Masías, y la organización de una Virgen de Alarcos, esta última que ha pasado más desapercibida, donde está como protagonista también quien fuese otra concejala de Festejos del PP, Frasi López. 
Este año, además, la Ferias y fiestas tiene un plus especial con la organización de los toros en la capital, ausentes desde 2019. Esta parte de los festejos populares, los toros, es donde surgirá sin dudas un velado duelo entre las dos últimas Dulcineas por capitalizar el festejo, una desde la organización y la otra sintiéndose el 'alma mater' de un renovado coso taurino que corrió a cargo de la corporación anterior siendo Masías concejala y alcaldesa. Ambas rivalizarán, desde las redes, por capitalizar la celebración ante una afición, cada día mas activista, que presenta un marcado perfil político. Eso sí, la actual concejala tiene en su haber la inauguración de la plaza en abril de 2024, con una excelente organización y acogida por parte de la afición.
Eva María Masías reivindicará para su haber político el proyecto de restauración y acondicionamiento de la Plaza de Toros de la capital, ese regalo envenenado de la Diputación al Ayuntamiento y donde se han invertido 2.5 millones de euros para seguir celebrando festejos taurinos, el presupuesto de 10 años de la propia concejalía. El duelo será para ver quién gana el relato para atraerse a los miembros de un ateneo taurino que también, su presidencia y destacados miembros, han ocupado cargos entre los Pandorgos y las corporaciones municipales anteriores por distintas siglas.
Pandorga, Feria y fiestas, y toros, son parte, desde siempre, de los tórridos veranos capitalinos para quienes no se marchan a la playa o para quienes de vuelta de la misma quieren lucir el palmito bronceado de mar. La Pandorga es del Pandorgo, la Feria y Fiestas de las Dulcinea y sus damas para ir a los toros y al ferial. Los roles masculinos y femeninos de las figuras de representación en ambas fiestas están demasiado separados y encasillados, alejado uno del otro, aunque compartan el día del nombramiento. 
Las fiestas no han evolucionado demasiado en los últimos 45 años, en su estructura organizativa y de participación, sigue siendo el Ayuntamiento con su presupuesto quien manda y organiza. Las asociaciones que giran alrededor de la mismas, y que le dan el matiz de participativas, son todas ellas dependientes económicamente del poder municipal de una u otra forma. 
La Pandorga, pendiente de una declaración de interés turístico nacional, se empeña en mantener un programa de actividades de marcado carácter juvenil y gran botellón en torno al vino, sin incluir la gastronomía, ni incentivar los trajes regionales. El pañuelo de hierbas al cuello es una escasa participación popular y la ofrenda de frutos a la Virgen por parte siempre de las mismas asociaciones y minúsculos grupos no son suficiente para elevar la categoría. La Festividad religiosa de la Octava, un día gris de festividad local, al final de unas fiestas de agosto cada vez más eclipsadas por la Pandorga, sigue teniendo más importancia y peso entre la iglesia y la corporación que un día de festividad laico el 31 de julio. 
Si las tradiciones populares de procesionar con una vela se transformasen en ofrenda a la misma Virgen, durante la Pandorga, la iglesia podría estar igual de satisfecha con el fervor religioso y se iría avanzando en participación popular de carácter local en las tradiciones, sin perder el fervor religioso. y permitiría cambiar la festividad del día 22 de agosto por el 31 de julio. 
Ya veremos la propuesta de 2024 de la nueva corporación para Pandorga, Feria y Fiestas y toros y hasta dónde llegan las Dulcineas.
Feliz Verano a todos los lectores de La Tribuna.