Elisabeth Porrero

Elisabeth Porrero


Los mayos de cine solidario

05/06/2024

Se acaba de cerrar, y ya van veintinueve, la última edición del ciclo de cine solidario que cada año organiza la ONG manchega Solman. 
Desde hace casi tres décadas todos los martes de mayo nos propone una cita cinéfila en el Teatro Quijano. Por un módico precio podemos disfrutar de unas obras muy interesantes que siempre nos quieren denunciar injusticias y aplaudir las acciones de ayuda a las personas más débiles. Además, los beneficios de la venta de entradas van destinados al programa de becas universitarias y de formación profesional en África y en Centroamérica.
Con estas proyecciones se nos quiere concienciar de la suerte que tenemos de vivir en este lado del mundo. Para ello se nos plantean historias que nos hace reflexionar sobre la pobreza, la explotación sexual, las bodas concertadas para niñas de muy poca edad, el racismo, la esclavitud laboral, las diferencias sociales, los dramas de la inmigración…
He hablado varias veces sobre el cine, en general, y sobre determinadas películas, en particular, en esta columna. Me encanta todo lo que se aprende a través del séptimo arte. Es, sin duda, una maravillosa forma de ilustrarse sobre cualquier tema: historia, filosofía, ciencia, religión, geografía, geopolítica… Por eso es necesario, también, ver proyecciones que nos remuevan la conciencia y nos lleven a pensar en toda la gente que tiene muchas menos oportunidades sociales, laborales y sanitarias que nosotros.
Así, cada martes de mayo, después de compartir una de estas veladas que nos propone Solman, es posible realizar un ejercicio de introspección y de acercamiento a esas otras realidades, que no son tan lejanas aunque así lo parezca. Seguro que habremos conocido alguna historia que nos remueva y de la que no sabíamos nada o en la que nos habíamos parado a pensar poco, antes de verla en la pantalla.
 Esto sucedió con la última sesión de este mes pasado, que protagonizó el documental de investigación: Tigernut: La patria de las mujeres íntegras. Al público asistente nos asombró sobremanera su trama, tristemente real.  En él se cuenta la sobrecogedora realidad de miles de familias africanas a quienes estafaron empresarios españoles, a cuenta del cultivo de la chufa, considerada un superalimento en dietas vegetarianas y veganas. También nos acompañó Llanos Rodríguez, de CIM Burkina, participante en la realización de este documental y a la que pudimos escuchar sobre el mismo y tener un coloquio con ella.
Este trabajo, además de su función de denuncia, nos detalla también cómo se realiza este tipo de cultivo, cómo se trabaja y en qué nefastas condiciones se ha venido llevando a cabo. Organizaciones como CIM Burkina colaboran con mujeres de Burkina Faso para que puedan tener mejores opciones a lo largo de su vida. Así, además de fomentar su formación en general, las enseñan, por ejemplo, a desarrollar hábitos más saludables para cultivar la chufa, ámbito en el que trabajan mayoritariamente mujeres. Gracias a este ciclo de cine pudimos conocer también su encomiable trabajo.
Ojalá que este ciclo de cine siga cumpliendo muchos años más y ayudándonos a ser un poquito más humanos. Muchas gracias Solman.