Elisabeth Porrero

Elisabeth Porrero


Rural Film Fest, naturalmente necesario

04/09/2024

Este verano se ha celebrado la edición número doce del magnífico Festival de cine rural y medioambiental Rural film fest, que en 2012 comenzaba en la hermosa localidad de nuestra provincia, Fuencaliente, enmarcada en ese marco natural inigualable. Lamentablemente el festival hubo de trasladarse a Elche y sería muy enriquecedor poder volver a traerlo a Ciudad Real.
En la convocatoria participan profesionales del séptimo arte de cualquier rincón del planeta y tanto pueden realizar documentales como cortometrajes realistas, de ciencia ficción o animación realizada con distintas técnicas. 
Las obras seleccionadas se ofrecen en dos pases al público de las distintas pedanías de Elche en las que se celebra. Así la sesión infantil se realiza por la tarde y la de adultos por la noche.
Esta es una manera muy didáctica y enriquecedora de ir inculcando a la infancia el cuidado y amor hacia el medio ambiente.
Sus geniales directores, Jaume, profesor universitario de Comunicación Audiovisual y Alberto, director de una productora audiovisual, no se toman en vano la sostenibilidad ni la usan como simple reclamo para este Festival. La pantalla que ofrece las películas se carga de modo sostenible durante la semana que dura el evento, se ofrecen visitas a las personas participantes a diversos lugares relacionados con el entorno natural y se ofrecen talleres relacionados, por ejemplo, con el reciclaje como la elaboración de chapas, pintura  de piedras o confección de bolsos con camisetas antiguas
En el afán de estos dos intrépidos apasionados del cine destaca la implicación de los asistentes a las proyecciones. Por eso, cada noche se establece el voto del público, que emite su veredicto después de disfrutar de las obras de esa sesión. Acabada la misma se realiza el recuento, de un modo peculiar y muy entrañable.
Todas las obras participantes nos llaman la atención sobre la madre Naturaleza y la forma de cuidarla y trabajarla. En la edición de este año, por ejemplo, pudimos disfrutar de un precioso documental titulado Páramos, la siembra del agua, de dirección colombiana, que nos invitaba a reflexionar sobre estos peculiares ecosistemas y la necesidad de seguir cuidándolos para conservar el equilibrio natural del planeta. 
Otra de las maravillosas sorpresas que pudimos disfrutar fue Las mariscadoras, de la directora  Ulrike Bremer. Buscando profesiones diferentes, profesionales alemanes, nacionalidad también de la directora, descubrieron esta ancestral profesión, realizada mayoritariamente por mujeres. Afortunadamente, esta labor, con el paso del tiempo, está ganando el prestigio y valor que debería haber tenido siempre y este documental es un precioso medio para mostrarla al mundo.  Tuvimos la suerte de contar con la presencia de Irene, una de estas valientes mariscadoras y protagonistas del documental, gracias a la cual, también pudimos conocer algo más de esta importante profesión. 
El cine siempre es una hermosa manera de aprender de los demás, de la Naturaleza y de nosotros mismos. Por eso festivales como este son imprescindibles y deben seguir contando con todo el apoyo institucional que sea posible.