A García-Page le ha dicho el Ministro Oscar puente que Ciudad Real no tendrá autovía a Toledo porque no es necesaria desde el punto de vista de la demanda y porque medioambientalmente el proyecto no es viable con el trazado propuesto, pero pregunto: ¿es posible una conexión AVE que es mucho más económica, reduce el tiempo de viaje a la mitad, y medioambientalmente es el transporte más ecológico. ¿Podría oponerse el ministro de Fomento? 
Una alternativa a la actual N-401 y a la fallida autovía Toledo - Ciudad Real es la conexión por alta velocidad entre las dos capitales con un tiempo de viaje de escasamente 35 minutos y una mínima inversión de tan solo 8 km de nuevo trazado de vía para conectar con la actual línea Madrid-Sevilla. La construcción de la alta velocidad desde Madrid a Toledo, en fondo de saco, sin continuidad, inaugurada hace 20 años, para comunicarse ferroviariamente solo con la capital de España, fue uno de los mayores errores de Pepe Bono en sus tira y afloja con Álvarez Cascos, ministro de Fomento a principios de los años 2000. 
Actualmente, frente al rechazo a realizar la autovía porque no hacerle al ministro Puente una propuesta que mejore toda la solución de la carretera.  Economía, tiempo de viaje y solución ambiental, los tres hitos de cualquier transporte en un solo un proyecto de 8 km de nuevo trazado de vía. Si Pepe Bono no negoció, como él sabía hacerlo para otras cosas, la conexión del AVE de Toledo con Ciudad Real porque no hacerlo ahora que el Ministerio rechaza de plano la construcción de la tan anunciada conversión en Autovía de la N401. ¿Le han faltado reflejos al actual presidente de la Junta para marcar territorio? Pero es más, si el Ministerio no responde incluso lo puede pagar el Gobierno regional.
De que le sirve a Toledo y Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara estar en el mapa de la Alta Velocidad si no pueden comunicarse entre ellas. En el año 2002 Pepe Bono proponía al ministro de Aznar una nueva estación en Toledo de la mano del alcalde José Manuel Molina a modo de intercambiador y no prosperó, y, a cambio de ello, se construyó la conexión actual solo con Madrid. La solución, en un futuro inmediato, del AVE a Extremadura y Lisboa, que necesariamente pasara por Toledo, es una nueva oportunidad que no puede dejar pasar García-Page para vertebrar definitivamente la región con el ferrocarril y no ser solo tierra de paso. 
Completar el bypass de Toledo con la Alta Velocidad, en el lado sur, permite, además, un mejor aprovechamiento de la explotación ferroviaria y de la infraestructura frente a uno de los mayores problemas que tienen en la actualidad Adif con el cuello de botella de la entrada a Madrid y la ocupación de andenes de la estación de Atocha. Ciudad Real y Toledo pueden seguir teniendo trenes directos con Madrid, desde ambas poblaciones, en función de la demanda semanal y de los horarios punta de usuarios frecuentes y recurrentes por motivo laboral o de estudio para facilitar a los commuters y otros viajeros su desplazamiento y el resto de circulaciones diarias pueden sinergiarse entre Ciudad Real- Toledo y Madrid con el consabido ahorro. 
La conexión Ciudad Real- Toledo en AVE es una solución de movilidad de transporte de la región, alternativa a la N-401, que aporta beneficio para la empresa Adif propietaria de la infraestructura, para la operadora comercial Renfe y, por supuesto, para la región consiguiendo la repetida y deseada comunicación entre dos de sus capitales que facilita la vertebración territorial.  
Ya escrito este artículo, pero sin publicarse el pasado lunes día 3 de junio por no salir la edición de La Tribuna en papel, dentro de las jornadas ferroviarias celebradas en Ciudad Real y más en concreto dentro de la mesa redonda sobre Ciudad Real en movimiento: ferrocarril y transformación, con los profesores universitarios Félix Pillet, María Ángeles Rodríguez Domenech y Héctor Martínez Sánchez - Mateos, se ponía sobre la mesa la necesidad y oportunidad de dicha conexión. Una semana después, en la siguiente mesa sobre Los Commuters de Ciudad Real el director General de Transportes de Castilla-La Mancha, Rubén Sobrino, ponía de manifiesto el interés por parte de la Junta de esta olvidada conexión durante más de 20 años.
Ahorro de surcos ferroviarios, ahorro de espacios de andén Atocha, ahorro de maquinistas, ahorro de supervisores, ahorro de material rodante, ahorro de tiempos de viaje frente a la carretera de más de 35 minutos por trayecto entre Ciudad Real y Toledo, ahorro de tiempos de viaje en ferrocarril entre Ciudad Real- Toledo de más de 80 minutos, ahorro de emisiones de CO2 y la posibilidad inmediata de otras conexiones directas con la región. Todo ello, son una excelente solución de movilidad que perdida la oportunidad de la autovía N-401 pasa a ser prioritaria y urgente.
Pero, es más, apunte esto señor Page, dentro de tres años un corredor entre Puertollano - Ciudad Real - Madrid, liberalizada la gestión de los servicios públicos actuales, con más de tres millones de pasajeros anuales y con potencial, será una opción de transporte estratégica frente a la que la comunidad autónoma tiene que estar preparada. En el 2011 ya se hicieron los estudios de creación de un operador ferroviario, con capital de la región, que explotase esta relación conjuntamente con los viajeros del aeropuerto y quedó, como todos sabemos, en el fondo de un expediente judicial. El tiempo ha trascurrido y la estrategia regional del transporte no ha evolucionado demasiado. La carreta y las líneas de autobús subvencionadas ocupan la mayor atención y tienen más peso. A su disposición.