Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


‘Perro’ Sánchez ayer, a cara de can

14/12/2023

En Europa, también se estila, por lo visto ayer en la sesión del Parlamento Europeo, en la que la gran -la, le, li, lo, lu- protagonista de la jornada era, al parecer, la masa política noticiable que entre el presidente Perro Sánchez, el baboso delincuente Puigdemont, los no menos babosos Ponsatí y compañía, y algún perla que otro que ni vi, ni conocí, ni quería saber de ellos -nos cuesta muy cara esta Cámara como para que interese otra cosa que sea su desaparición por inoperante,  y cuando opera, por ineficaz-, porque TVE echó minutos para transmitir la sesión plenaria, de la que, ya digo, me tragué un rato largo.  Y como digo que el hato discursal e informativo para los pueblos que componen los llamados 27, lo llevaba España, que siempre ha mandado, o llevado, o enviado cosas malas, o casi malas, a esta zona de Europa, basta recordar al duque de Alba, arropado por los Tercios, bien de Flandes, bien de Nápoles o de dónde hiciese falta, Así, merece la pena, dada la dureza del tono y el contenido, de las intervenciones de, por ejemplo, -en catalán por eixample, el presidente Sánchez, lo de Perro Sánchez se lo han puesto en altos círculos, el que se llama, y algunos le dicen, president,  el señorito Puigdemont, y gente menor de su corte; vamos los tres, cuatro o seis que le acompañan en su, ¡esto lo digo pero que muy convencido!, a la larga triunfante aventura por la independencia de Cataluña. Porque si algo de peso y enjundia ha llevado a cabo la democracia que nos gobierna ha sido, sin duda, las batallas por la independencia de los llamados territorios históricos: Cataluña, País Vasco y Galicia. Unos tratados de una forma y otros de otra, han ido ganándole terreno a cada región y, llegada la ocasión, harán valer la realidad del momento y conseguirán su deseo. Aún hoy, en Cataluña, al menos, ¿no sería lo menos malo y lo más serio, un inequívoco referéndum… y que les den?, porque, puestos en plan Rufián, o cualquier otra u otro de la plantilla, llevan cuatro siglos, más menos, llevándose lo del manso…, o más.
De lo del debate, pueden suponer que la cosa estuvo pobre en lo intelectual y bronco en lo declamativo, a la vez que monótono, pesado y plomífero, ya que nuestros nunca bien ponderados, y ni siquiera bien pagados, políticos de jornada usaron lo que han aprendido en nuestras Cortes… y ya saben el desí que dan. Sánchez fue a lo suyo, a lo de siempre, a afianzar su sillón para los cuatro años que ha firmado con sus socios filo terroristas y no, con independentistas de derechas, izquierda y de lo que haga falta llegar, etc. Bueno, lo que ya sabemos. Por contra, tuvo que escuchar muy duras palabras de varios diputados, en especial de centristas, liberales, derecha democrática, etc. 
Sánchez  tuvo que tragarse un muy serio aviso sobre formación de comisiones de investigación y similares, a la vez que oía, y asumía, la puesta en marcha de tres comisiones propuestas por los separatistas catalanes. En fin, un día muy duro, en el que quedó meridianamente claro que Europa, como España, está dividida en dos grandes bloques ideológicos, con los que unos y otros han encontrado trabajo de bastante calidad y buenísimas retribuciones. ¿No podría nuestra rubita más internacional, la superministra Calviño, hacer algo por, V. G., los pobres pensionistas de su Patria?
Sánchez, vulgar, mentó, al aire, el nazismo; los europeos contrarios fueron más elegantes y no airearon las checas socialistas.