Como se nota que estamos ya metidos de hoz y de coz -viejo vocablo del español, o castellano, más popular y castizo que se usaba hasta hace poco- en las Navidades del 2023. Ha bastado que el ambiente destile olor de acebo -especie más que protegida-, el ambiente se cubra de cellisca, o cencellada, incluso que no se cubra dado que los depósitos del cielo andan peor que mal, suenen seis villancicos, que por cierto cada año echamos más en falta, y que pese a todo lo adverso que nos pasa y tenemos que soportar sin excusa, digo que han bastado esas cuatro cosillas, y algún árbol gigante prefabricado, para que los grandes tigres del acontecer hispano, o ibérico, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, que llevaban meses jugando al ratón y al gato por aquello del diálogo entre los grandes, se hayan avenido a mantener un encuentro formal, dicen, en especial los socialistas por ser estos de suyo más lenguaraces, que en plano de igualdad. Y servidor, que es viejo ya y no se fía ni de la chaqueta que lleva puesta cuando esto escribo, pues lo duda, lo niega y, sin querer ser gafe, ni quién piense, digo que no se sacará mucho en limpio. 
Y es que la experiencia de estos años de gobierno socialista, o sanchista, que tanto da, no auguran nada bueno, y en casos concretos, ni mínimamente digno, dado que, de entrada, el líder popular entrará y estará solo en el hemiciclo, mientras que Sánchez lo hará, aunque no lo parezca, acompañado de sus cuatro o cinco líderes de la coalición de gobierno que conforman, junto a Pedro I el mentiroso, que es como le llama el columnista Luis del Val. Y así, entre que Sánchez es capaz de darle la vuelta a un libro gordo entero, supongamos el catecismo de Carlos Marx; capaz de llegar a la coyunda más escandalosa, de la que no nos dirá el precio pagado con los dineros de los españoles y todo, como en estos meses, sin que le tiemble la mano al firmar con los independentistas, que al fin de independencia y separación es de lo que va, y sólo debería ir, la entrevista, veremos, creo, un Sánchez triunfante y un Feijóo, y los que le siguen, desengañados por la verborrea demoledora del presidente del Gobierno. Es que, convenzámonos los votantes conservadores, en más o en menos. No será fácil, en los tiempos que corren, y en los que están por venir, desbancar a Pedro Sánchez. El pueblo, mucho pueblo que le pone verde en lugar cualquiera, luego vuela por llevar la papeleta a la urna. Dios quiera, rezo es, que las mentes todas se aclaren por el bien general. ¡Feliz Navidad a todos!
P.D. Al cerrar estas líneas me llega la noticia de la muerte de Antonio Burgos, columnista señero, y señor, de ABC de Sevilla. Hombre cabal, ejemplo para sus compañeros de tarea, supo mostrarnos a millones la mejor Sevilla y lo que ello supone. Descansa en paz, maestro, en este 2023 que se despide en días.