En la sala de calderas del rojerío español han tocado a rebato. La orden, como siempre, debe emanar de Moncloa, donde los que de verdad mandan dan rienda suelta a su poder, a todo su poder, fruto de más manejos y más frustraciones de lo soportable. Y cómo estará el ambiente, en Moncloa digo, que han lanzado todo lo lanzable, e incluso más, para intentar contrarrestar tanto lío, tanto problema, tanto nerviosismo, tanto desafuero y tanto comportamiento que, a veces, más que de otra forma, veo a alguno vestido de uniforme gris, gorra de plato y taconazo a cada movimiento. Siento decir esto, pero sucede que ya me dirán ustedes si no suena a eso, por ejemplo y verbigracia, el que un dirigente, un alto dirigente, el más alto dirigente de un país de esos -aun siendo hermanos nuestros-, tejemanejee todo lo tejemanejable, y más, con tal de que la Justicia, y los que la sirven en primera línea, o deberían servirla hasta la extenuación, colabore, con sus dictámenes, a que el jefe aludido -tipo dirigentes extremos, de derechas o izquierdas, saque sus proyectos a flote, aunque muchos de esos proyectos huelan más a dictadura, en diferentes grados, que a democracia plena o casi, casi, plena.
Y es que Pedro Sánchez, -he oído por ahí que alguien, o alguienes, le llama Perro Sánchez, lo que supone un insulto personal que, lo diga quien lo diga, en nada favorece a la convivencia nacional que, ¡oh iluso de mí, oh infelice!, era la meta a la que todos los españoles, incluso los asociados, debíamos intentar llegar, mejor antes que después. Y esto, con ser bueno para todos, servidor se lo aplica a los nietos de hoy, ya que al paso que vamos, no se ve un panorama limpio y prometedor de bienestar razonable.
Sánchez, Pedro, para que vean si se echa carga sobre sus hombros, no está apoyando al campo español, que hierve como caldero de trompillos de jara puestos a cocer. Ha fallado, por ausencia extraña, -igual ha dejado a Úrsula por irse con Puigdemont- a dos importantes reuniones en Bruselas; el asunto de la amnistía y, para mí, de la traición a la Patria, le tiene frito, como los pescaos, máxime con lo que van diciendo gentes togadas; tiene, preboste y gran líder socialista, ¿?; tiene, ha tenido que recurrir, más que por planificación de hoy, a movilizar todo lo movilizable, incluso el irrisorio asunto de un presunto cartel machista del Ayuntamiento de Tomelloso, sobre cursos orientados a mujeres, que las gentes del PSOE todas, están intentando sacarles todo el jugo posible y más, que esos carteles que el rojerío hispano, menos el del propio Tomelloso -¡bendita tierra y bendito vino!- son los mismos, los mismitos, que se usaban cuando el Ayuntamiento era rogelio.
 Hay que estar nervioso, aunque Tezanos diga otra cosa, con la situación del país, de Puigdemont y del sillón.