Le gustaba hacer referencia a un grupo musical de los ochenta que dio fama a un simpático estribillo que a ella le pareció fantástico, aunque fuera media canción en inglés, idioma donde también tuvo la suerte de publicar su obra para niños. Siempre que podía nos lo recordaba: «Amigos para siempre». Manolita fue pionera en literatura infantil y lo hubiera sido en la música si se lo propone. Otra de las características de su poesía es que nos presenta un mundo de la infancia muy particular basado en el juego. Manolita gusta de jugar con el significado de las palabras y con el juego mismo en el poema Salta con tus ojos, que es como si de verdad jugara con los niños y niñas a la comba: Salta con tus ojos, / que vienen abrojos. / Salta con tus manos, / que pasa lo vano. / Salta con tu oído / que llegan los ruidos. / Salta con tu voz / y toma el amor.
Manolita juega también con el significado profundo de palabras comunes como bueno, en este poema titulado precisamente Bueno, que contiene un aire de cuento moral o de texto sapiencial: Bueno es el trigo / bueno el amigo / buena la espiga / buena la risa. / Bueno es el sol, / buena la flor, / bueno el trabajo, / buena la voz. / Bueno es vivir / bueno es soñar / bueno es morir / cuando hay bondad.//
En este poema, por ejemplo, encontramos el uso de la anáfora "bueno es..." que va construyendo el sentido del texto poético. En otras ocasiones emplea el paralelismo que también es un recurso expresivo muy útil en los textos dirigidos a niños y niñas. El paralelismo es una forma de repetición que crea ritmo y ayuda a los pequeños lectores a anticipar lo que viene a continuación, haciendo la lectura más accesible y entretenida.
Y a esto se suman elementos sensoriales y emociones básicas que crean un mundo poético reconocible y entrañable para la infancia.