La Fundación Benéfica Legado Bustillo acaba de presentar en sociedad su primer gran proyecto: el Club de Caza Bustillo. Se trata de una asociación deportiva de carácter privado, sin ánimo de lucro y con personalidad jurídica propia, atributo legal del que carecía el coto de caza actual. Buena parte de los aproximadamente 300 socios inscritos acudieron al auditorio de la Casa de Cultura para conocer los detalles del nuevo club.
"Queremos aunar a todos los solaneros y solaneras que quieran practicar este deporte bajo una misma bandera y fomentando unos mismos valores", declaró la presidenta del patronato de la Fundación, Luisa Márquez. Esos valores –apuntó- son fundamentalmente seis: sostenibilidad, ordenación cinegética, ética, formación, deportividad y seguridad. En este último caso, lamentó que los cazadores del coto del Legado Bustillo carecieran de derechos frente a la Fundación. "Un coto por sí mismo no tiene personalidad jurídica propia y todo esto era una ficción sin cobertura legal alguna frente a las circunstancias que se pudieran dar en las tierras donde se caza".
Esta situación de desamparo se corrige con la creación del nuevo club, que pivota sobre dos vertientes: fomentar la práctica deportiva de la caza y su derivada de acción social. "Debe ser un punto de encuentro, de compartir vivencias y experiencias, impulsando el papel de la mujer y de personas con distintas capacidades". Márquez subrayó las enormes posibilidades del coto, en su opinión uno de los mejores de Castilla-La Mancha. "Tenemos más de cinco mil hectáreas que hay que fomentar y potenciar para que no sea el mejor de la región, sino de España". Tal es la meta. En este sentido, expresó su gratitud a la nueva dirección de la fundación, liderada por Miguel Ruiz, y a los delegados por su apoyo a la hora de implementar la idea. "Les tengo que agradecer personalmente el trabajo y la dedicación que están aportando".
Los dos delegados, Javier Antequera y Alfonso García, no ocultaron su satisfacción por el vuelco que dará el coto. "Nos hemos encontrado muchas necesidades porque estaba totalmente abandonado y el objetivo es que el coto vaya para adelante, no para atrás, porque somos muchos socios y esto iba cada vez peor". Defienden el hecho de convertirlo en club, habida cuenta que se da carta de naturaleza legal y se abren muchas posibilidades de uso. "Convertirlo en club nos vendrá muy bien porque los cazadores somos los que vemos como está la situación".
Una de las grandes lagunas era la ausencia de guardería rural continua. "Queremos que haya guarda porque un coto no puede estar sin guarda, y así será mejor para todo el mundo". A ese déficit de seguridad se une las pérdidas económicas por una infrautilización. "Necesitamos que el coto no tenga pérdidas y las había por tanta dejadez, porque la gente no se apunta y la caza va menguando".
El nuevo club de caza Bustillo prevé actividades o competiciones deportivas de tiro bajo el paraguas de la federación correspondiente, además de las diversas modalidades de caza mayor y caza menor. Tendrá un ámbito de actuación regional, con un número de socios ilimitado y un proceso de admisión automático para los solaneros. Se fija una cuota anual de 370 euros, aunque se garantiza una importante desgravación fiscal por la naturaleza de la institución. Conviene recordar que el coto del Legado Bustillo se asienta sobre unas 5.000 hectáreas en parajes históricos como Moraleja, Casa Quemada o Pepa Rosa, entre otros.
La presentación sobre el escenario corrió a cargo del nuevo director de la Fundación Legado Bustillo, Miguel Ruiz.