El presidente del tribunal del juicio que comenzaba ayer en la Audiencia Provincial contra dos empresarios, acusados de estafar más de 30 millones de euros a la actual Globalcaja falsificando documentación, se ha visto obligado esta mañana a suspender la sesión ante la ausencia total de los testigos que estaban citados para esta segunda jornada, más de una decena, sumados a los que tampoco acudieron a la citación en la jornada de ayer. Personas todas representantes de las empresas que habrían emitido esas facturas que, según la acusación particular y el Ministerio Fiscal, reflejaban cantidades que el banco, denominado entonces Caja Rural de Ciudad Real, adelantó a las empresas de las que eran administradores los encausados, aunque por trabajos que supuestamente no se llegaron a ejecutar, por lo que la entidad bancaria nunca pudo llegar a cobrar.
Uno a uno, la funcionaria judicial ha ido nombrando en voz alta a los citados, sin que ninguno de ellos apareciera por la sala, pese a que son testigos solicitados por parte de la acusación. Una situación inesperada que también se vivió al final de la jornada de ayer, en la que sólo el representante legal de las empresas Corsam Corvian Construcciones SA e Isolux Ingeniería SA, que era la misma persona, sí acudió puntual a su citación y testificó. Los que no han comparecido han vuelto a ser citados el lunes 25 a las 12 horas, y en el caso de que vuelvan faltar, podrían ser acusados de un delito contra la Administración de Justicia.
El juicio se reanudará este miércoles con más testimonios, algunos por videoconferencia, con la esperanza de que los citados sí comparezcan esta vez. La vista oral se extenderá hasta el martes de la próxima semana, cuando están previstas las conclusiones y que el juicio quede visto para sentencia.
Los dos acusados, los hermanos Luis y Enrique Martínez, se enfrentan a una pena de ocho años de cárcel y el pago a Globalcaja de una indemnización de 30.683.979 euros.