La provincia de Ciudad Real cierra un 2022 en el que ha aumentado la siniestralidad en las carreteras. En total ha habido 23 siniestros mortales que han tenido como balance 24 personas fallecidas y 43 heridos graves, según los datos facilitados por la jefa provincial de Tráfico, Raquel García Fabra. Se trata de un resultado que arroja siete personas fallecidas más que el año anterior y que achaca a un motivo: el aumento de la movilidad.
Se trata de un cambio de tendencia tras dos años de COVID y que ha conllevado que sean más las personas que han viajado en coche, sobre todo en desplazamientos de largo recorrido. La movilidad, indica la jefa provincial, «se ha visto incrementada en la provincia respecto a los valores previos a la pandemia» y de ahí que haya habido un incremento de víctimas mortales. «Hay más personas en carretera, con lo que la probabilidad de producción de un siniestro vial es superior», comentó García Fabra.
De hecho, atendiendo a los datos y a esos trayectos de largo recorrido, de todos los accidentes ocurridos durante el año 2022, once se produjeron en autopista y autovía y doce en el resto de vías interurbanas. Los fallecidos se reparten en 12 en autovía y 12 en el resto de vías, ya que el único accidente mortal con dos fallecidos ocurrió en una autovía, según los datos de la Dirección General de Tráfico.
Según el tipo de usuario, 19 fueron conductores, tres peatones y dos pasajeros. «Es importante seguir con las campañas de concienciación y que el peatón sepa por dónde puede circular» cuando camina por una vía interurbana, así como recordar la prohibición de acceso peatonal cuando se camina por una autovía. Por género hay 22 hombres y dos mujeres fallecidos durante 2022 en las carreteras.
En cuanto al tipo de vehículo implicado, los accidentes mortales los protagonizaron en once ocasiones por un turismo, seis iban en medios vulnerables, cinco en camiones de más de 3.500 kilos, tres caminaban, dos en motocicleta y uno circulaba en un ciclomotor.
Más allá del dato y la comparativa, las cifras señalan que el COVID ha roto una tendencia de descenso de los accidentes mortales. Ya se vio, por ejemplo, en 2020, cuando pese a los meses de confinamiento, hubo 23 fallecidos en vías interurbanas; cuando habían sido 17 en 2019, los mismos que ocurrieron el pasado año. «La pandemia ha influido en varios aspectos de nuestra vida y en la conducción también», dijo la jefa provincial, quien confía en que este año se recupere la tendencia a la baja de años anteriores, en 2019 se alcanzó el mínimo histórico de fallecidos en España. «Esperemos que a lo largo de este año se produzca una recuperación y empecemos a reducir el número de siniestros», señaló la jefa provincial.
En este sentido, el inicio del año es tranquilo, por el momento, no ha habido ninguna muerte en carretera en 2023. Fabra señaló la importancia de aportar todos para que las cifras se sitúen en lo mínimo y que todos actúen dentro de su ámbito de seguridad para garantizar esta situación en las carreteras de la provincia.
La mayoría de los siniestros se producen por un despiste o por la velocidad
«El accidente tipo sigue siendo el mismo» y a pesar de los años y de las campañas de concienciación que tratan de reducir las cifras de siniestralidad vial, no cambia esta situación. El año 2022 vuelve a marcar que son las distracciones al volante y la velocidad las que han provocado más muertos en las carreteras ciudadrealeñas, y también la ausencia del cinturón de seguridad en algunas de las víctimas. «Hay varios usuarios que no hacen uso del mismo, tanto de heridos como de fallecidos», dijo Raquel García-Fabra a La Tribuna. Recordó que su uso reduce las consecuencias fatales de un accidente.
Por tipo de siniestro, de los 23 accidentes mortales ocurridos en la provincia durante el pasado año, hubo nueve por salida de vía; ocho por colisión trasera y múltiple (entre ellos el que conllevó que hubiera dos personas fallecids); tres por atropello a peatón; dos por colisión lateral y frontolateral; y uno por colisión frontal. «La salida de vía sigue siendo el accidente tipo, se produce por la distracción y por la velocidad», señaló Raquel García Fabra.
Por este motivo, la jefa provincial de Tráfico en la provincia apuntó a la importancia de las campañas que se lanzan y que buscan «una mayor concienciación en los conductores para no usar el móvil y evitar las distracciones». El objetivo es evitar que «se produzcan salidas de vía, chocar contra cualquier elemento cercano y que haya consecuencias tan graves como son los heridos o irreparables como un fallecimiento».
Septiembre fue el mes más negro en la siniestralidad vial de 2022
Seis personas perdieron la vida durante el mes de septiembre del año pasado, en el que fue el peor mes de 2022. Se trata de un dato que muestra cómo la siniestralidad va por épocas y por ejemplo, no ha habido que lamentar ninguna muerte al término del año y son ya varias las semanas sin fallecimientos mortales. Ese septiembre fue un mes, señaló la jefa provincial de Tráfico, Raquel García Fabra, en el que se produjo «el final de las operaciones de verano» con la mala suerte de que ocurrieron varios siniestros mortales. García Fabra señaló que ha habido «meses muy benévolos, sin ningún accidente», pese a las cifras de mortalidad que se han registrado en las carreteras de la provincia durante el año 2022.
«Solo nos queda seguir trabajando», señaló la directora provincial, quien puso el acento en la doble labor que implica la gestión de un número mayor de vehículos a los que había antes de la pandemia y en el que deben trabajar unidas la administración con esas campañas de concienciación y «el usuario, como responsable individual de lo que hace en carretera».
La clave de cara a 2023 es mantener el trabajo de vigilancia de las carreteras con el desarrollo de las campañas de la Dirección General de Tráfico, «siempre en compañía del subsector de tráfico de la Guardia Civil y también de los ayuntamientos que con su Policía Local ayudan en muchas campañas». El objetivo avanzó la jefa provincial, es que «se mantenga ese nivel tan alto de seguimiento en el desarrollo de las campañas» por parte de los municipios y sus servicios municipales, porque considera que ayudan a crear conciencia entre los ciudadanos.