Nueva esperanza para un alto el fuego en la Franja de Gaza. Dos delegaciones diplomáticas de Catar e Israel encabezadas respectivamente por el ministro de Exteriores del país árabe, Mohamed bin Abdulrraman al Zani y por el director de los servicios de Inteligencia hebreos (el Mosad), David Barnea, se reunieron ayer en Noruega en un nuevo intento de forzar una tregua y reactivar el intercambio de prisioneros gazatíes y rehenes hebreos secuestrados por Hamás el pasado 7 de octubre.
«Catar confirma esfuerzos diplomáticos en curso para renovar la pausa humanitaria y espero que los avances permitan lograr un acuerdo integral y sostenible que ponga fin a la guerra», indicó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar. Esta cita en suelo nórdico es la primera que se produce entre altos funcionarios de Israel y Catar desde la ruptura de las conversaciones para un alto el fuego de siete días a finales del pasado mes de noviembre. Es posible que en las próximas horas se sumen a esta cumbre diplomáticos egipcios.
Catar, país mediador entre Israel y Hamás, desea que la nueva tregua «detenga el derramamiento de sangre de nuestros hermanos palestinos y conduzca a negociaciones serias y al lanzamiento de un proceso político que produzca una paz integral, permanente y justa».
Las partes lograron un acuerdo (mediado por Catar, Egipto y EEUU) para un alto el fuego el pasado 24 de noviembre, que permitió durante una semana la liberación de 105 rehenes (24 de ellos extranjeros) a cambio de la excarcelación de 240 presos palestinos.
Aunque no se ha confirmado oficialmente, medios hebreos señalan que el jefe del Mosad se reunió con los mediadores cataríes por orden del primer ministro, Benjamín Netanyahu, cada vez más presionado por las familias de los rehenes. De hecho, las familias de los secuestrados anunciaron que protagonizarán una sentada ante la base militar de Kirya si Netanyahu no presenta un nuevo plan para liberarlos.
Con bandera blanca
El líder hebreo se ha visto sacudido en las últimas horas por la muerte a manos de sus tropas de tres rehenes israelíes en Gaza que estaban enarbolando una bandera blanca en el momento de recibir los disparos, según la investigación preliminar del Mando Sur del Ejército hebreo en la que se apunta también que los militares implicados no respetaron las reglas básicas de la guerra.
El incidente comenzó cuando un militar israelí abrió fuego contra ellos al grito de «¡Terroristas!» para avisar a sus compañeros al creer que estaban siendo víctimas de una trampa.
A última hora de ayer, Netanyahu hizo una comparecencia pública y aseguró que Israel tomará el «control de seguridad» de la Franja cuando termine la guerra y Hamás sea eliminado, y rechazó que sea la Autoridad Nacional Palestina (ANP) quien asuma ese papel, como ha sugerido Estados Unidos. «No habrá en ella ningún factor que nos amenace, ni que eduque a sus hijos para destruirnos», aseveró.