El Mundial de Qatar 2022 encumbra a Leo Messi, que se coloca a la altura de Diego Armando Maradona, pero, por encima de todo, lo hace a un entrenador como Lionel Scaloni, que sorprendió con Ángel di María en el equipo titular, una decisión que acabó siendo clave para lograr la tercera estrella.
Cuando en la previa del encuentro los corrillos de analistas dibujaban un partido cerrado, contaban con que Scaloni hiciera saltar a su equipo con una línea de cinco defensores.Sin embargo, el de Santa Fe volvió a sorprender con la entrada de Di María.
La presencia del 'Fideo', una posibilidad en las alineaciones previas al duelo definitivo, se intuía en la banda derecha. El de la Juventus se encuentra más cómodo a pierna cambiada y, además, su presencia en ese costado podría responder a buscar la espalda de un lateral ofensivo como Theo Hernández.
Pues el entrenador de la Albiceleste volvió a dar un golpe de timón en lo táctico. Di María partió de inicio en la izquierda, a banda natural, y el juego de Argentina en la primera parte se vertebró a partir de cargar el juego en la derecha para después girar a toda la defensa de Francia con un cambio de orientación hacia el 'Fideo'.
Esa jugada, permitó al zurdo recibir casi siempre con tiempo y espacio para desbordar a su par, Jules Koundé. En la primera acción colocó un gran centro, en la segunda volvió a intuirse cierto peligro y en la tercera Ousmane Dembélé le hizo penalti después de que el del Barcelona fuera superado.
Leo Messi anotó desde los once metros, pero el vendaval no frenó. Ahora, con una situación de partido más favorable para encontrar huecos en la zaga gala, había espacios para transitar. Y esto es posible, sobre todo, si tienes al mejor jugador del mundo en tu lado.
Messi limpió la jugada y Di María siguió el progreso de la misma para finalizar impecable ante Hugo Lloris. El marcador reflejaba un 2-0 en un baño en toda regla de Argentina sobre Francia. De Scaloni sobre Deschamps.
Lautaro
Todo quedó dinamitado con la voracidad de un Kylian Mbappé que solventó la racanería 'bleu' a base de poderío ofensivo, el cual le colocó por encima de una leyenda como Pelé en goles anotados en una final. Sin embargo, el técnico albiceleste volvió a ganarle la mano a su homólogo en las decisiones desde el banquillo.
La inspiración y frescura de Lautaro Martínez elevó a Argentina en la prórroga por encima de Francia y fue clave para el 3-2 de Messi que al final fue decisivo para forzar la tanda de penaltis.
No le tocó lanzar al del Inter de Milán, pero su salida dejó claro que el encuentro lo ganó Scaloni, una vez más, desde la lectura del mismo.