Pese a lo que pudiera parecer, la titulación del texto de hoy no es un juego de coordenadas, ni la nueva denominación de un auto de muchos posibles, ni tampoco una adivinanza. Es simple y llanamente la situación actual –a todas luces inédita– del Grupo Mixto del Parlamento. Ya se sabe que el Grupo Mixto está formado por todos aquellos diputados que no reúnen los requisitos para formar un grupo propio. El reglamento del Congreso establece que para que un partido pueda formar grupo parlamentario necesita, al menos, 15 diputados. En caso de no llegar a esa cifra, podrá constituirse un grupo autorizado de un mínimo de cinco escaños, siempre que haya conseguido, al menos, el 15% de los votos en las circunscripciones en que se ha presentado –caso usual en los partidos nacionalista, con circunscripción reducida a su territorio de referencia– o el 5% en el conjunto de España.
Todo ello trae causa de los apoyos externos que algunos partidos y sus grupos parlamentarios realizan a otros –en previsión de apoyos venideros en diferentes asuntos–. En la presente legislatura, el PSOE ha realizado tal transferencia para que la minoría catalana de Junts pueda contar con tal realidad de contar con grupo propio que no solo es una cuestión de visibilidad parlamentaria, sino también de presencia funcional en las diferentes comisiones y de subvención económica. La salida de los diputados de Podemos –inicialmente ubicados en el grupo parlamentario de Sumar– en dirección al Grupo Mixto, expresaba tanto un descontento con los planteamientos del grupo matriz como un deseo de mayor autonomía. El Grupo Mixto, por ello, puede ser leído como una suerte de ensalada mixta de conveniencia, donde confluyen esos restos de diputados de Unión del Pueblo Navarro, del Bloque Nacionalista Galego, de Coalición Canaria y de Podemos, como anteriormente estuvieron la Chunta Aragonesista, Teruel existe o Unión del Pueblo Canaria. La llegada reciente del José Luis Ábalos Meco –desde el Grupo Parlamentario Socialista– al repetido Grupo Mixto, introduce más diversidad. Y eso que el diputado del BNG, Néstor Rego, ha llegado a decir «que en el grupo Mixto ya no cabe nadie más», como si del camarote de los hermanos Marx se tratara. Y es que, cuanto mayor sea la presencia de los integrantes del Grupo Mixto, a menos subvención tocan y menos tiempo de intervención tiene cada miembro. Pero la particularidad de la presencia de José Luis Ábalos Meco, es que, por primera vez en la historia parlamentaria, en el grupo se sientan dos exministros: Belarra y Ábalos. Y esta es la expresión camuflada del 2MGM.