El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la portavoz del PP, Cuca Gamarra, se han enzarzado en el debate sobre el estado de la nación con el terrorismo de ETA y la ley de Memoria Democrática, que saldrá adelante con el apoyo de EH Bildu, entremezclando ambos asuntos con acusaciones y reproches mutuos.
En su respuesta a Gamarra, Sánchez ha dicho que el PSOE ha trabajado a lo largo de su historia "para que el terrorismo sea una política de Estado" y que "quienes realmente han utilizado el dolor de las víctimas del terrorismo con fines espurios han sido los dirigentes del PP".
"El PP lo que hace es parapetarse detrás de ETA y del dolor de las víctimas de ETA para negar el deber moral de la derecha de asumir que el Estado tiene que exhumar los cuerpos de víctimas de dictadura franquista y también condenar el golpe de Estado del 36 y la dictadura franquista", ha añadido.
Además, ha subrayado que en el PSOE reivindican la Transición, la ley de amnistía de 1977 y "la memoria de todas las víctimas, de ETA y de la dictadura franquista".
La portavoz del PP ha contestado a Sánchez que "se equivoca de enemigo", ya que "los que no condenan el terrorismo son sus socios y se llaman Bildu".
"No es que nos iguale con Bildu, es que nos humilla poniéndoles a ellos por encima de nosotros", ha denunciado Gamarra, que ha pedido respeto para el PP al ser "una fuerza política que no solo ha luchado contra el terrorismo sino que además ha dejado muchas vidas" por ello.
Por otro lado, ha recordado a Sánchez que quienes están criticando la ley de Memoria Democrática que aprobará previsiblemente el Congreso el jueves con el apoyo de grupos como EH Bildu no es solo el PP.
"Estamos hablando de lo que significó la Transición; está dejando en manos de Bildu que la Transición llegue hasta finales de 1983. Recapacite, reflexione: la historia de España lo merece", ha señalado.
De esta forma, ha hecho alusión a la enmienda pactada en la ley de memoria entre el Gobierno, EH Bildu y Más País para la creación de una comisión que estudie vulneraciones de derechos humanos entre 1978 y finales de 1983 a personas que hayan luchado "por la consolidación de la democracia".