Un joven, que en el momento de los hechos tenía 24 años, ha aceptado una pena de 11 años y medio de cárcel tras reconocer que violó a una niña de 12 años en la localidad de Daimiel. Sucedió en diciembre de 2021 y esta mañana se ha celebrado el juicio en la Audiencia Provincial, con acuerdo de conformidad entre las partes y el reconocimiento de los delitos por parte del procesado, de iniciales R. H. V. M., con antecedentes penales y que llevaba en prisión provisional desde octubre de 2022.
En concreto, se le ha condenado por tres delitos, el principal, de agresión sexual a una menor (10 años de prisión), otro contra la libertad sexual (1 año) y un tercero por amenazas (6 meses). Además, cuando cumpla su condena o acceda al régimen de libertad condicional deberá someterse a medidas accesorias de libertad vigilada y alejamiento de la víctima y prohibición de comunicarse con ella, con una responsabilidad civil fijada en 9.000 euros por daños morales. La abogada de la menor, Concha Marín, subrayaba que estos daños morales son "enormes, para la niña, que va a estar mucho tiempo en tratamiento psicológico, y también para su familia".
R. H. V. M. ha reconocido los hechos de los que se le acusaba. Pese a saber la edad de la niña, le dijo que quería quedar con ella, a lo que accedió tras haber contactado a través de Instagram. La llevó caminando hacia su casa y una vez allí le propuso mantener relaciones sexuales de forma insistente, a lo que la menor se negó pese a las amenazas de que le contaría a su hermano y sus padres que había ido a su domicilio. Pese a no conseguir su propósito, la volvió a llamar por Instagram para quedar de nuevo. Al día siguiente, la menor acudió y cuando se encontraban en el dormitorio le dijo "al final te voy a tener que violar". La menor se asustó y lo intentó parar pero no pudo, consumándose la agresión sexual. Cuando terminó, la menor salió corriendo del domicilio y llegó a comprarse un test de embarazo ante el temor de haber quedado embarazada.
El acusado era conducido a la Audiencia desde prisión. - Foto: Rueda VillaverdeEl acusado volvería después a escribir a la niña por la misma red social para quedar de nuevo y cuando ella dijo que no, éste la empezó a amenazar con arruinarle la vida, con contarle lo que había pasado a sus hermanos o con mensajes pidiéndole dinero por bizum o sus cuentas en redes.La niña en principio no habló con nadie de lo sucedido hasta que meses después se lo contó a dos amigos, y éstos a su vez a una trabajadora de Servicios Sociales de su centro escolar, quien se entrevistó con la niña y ésta acabó derrumbándose y confesándolo todo. Posteriormente, fueron denunciados por la madre de la menor.
Su confesión y el acuerdo de conformidad alcanzado han posibilitado que se rebajara la pena a la que se enfrentaba, que era de casi 17 años de cárcel.Concha Marín recordaba que, aunque el consentimiento de la niña hubiera existido, que no es el caso, éste sería nulo al tratarse de una menor de 16 años.