Las Tablas multiplican por siete la superficie encharcada

Ana Pobes
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La activación de pozos de emergencia ha permitido que el parque nacional haya pasado de las 36 hectáreas inundadas en septiembre a las 254 con las que contaba a fecha de 1 de diciembre

Las Tablas multiplican por siete su superficie encharcada - Foto: Rueda Villaverde

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel aumenta, poco a poco, el número de hectáreas encharcadas con las lluvias y la activación de la batería de pozos de emergencia. Así de las 36 hectáreas encharcadas que tenía a finales de septiembre ha pasado a las 254 a fecha de 1 de diciembre, lo que significa un 605 por ciento más o, lo que es lo mismo, 218 hectáreas más de las que tenía este espacio en la despedida del verano. Así se desprende del informe de sequía y escasez elaborado por la Confederación Hidrográfica del Guadiana y al que ha tenido acceso La Tribuna.    

En dicho informe se indica que «a pesar de no encontrarse en situación de sequía prolongada, la superficie encharcada en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel ha sido muy baja durante el último año, por lo que las medidas propuestas en el Plan Especial de Sequía (PES) para mitigar esta afección al parque nacional son la puesta en marcha de los pozos de sequía para suministro de recursos al parque o el trasvase Tajo-Segura en el caso de fuera necesario». El objetivo, evitar el capítulo del incendio de turbas que vivió el parque en el año 2009 y favorecer la hibernación de aves acuáticas. Con ese reto, los pozos de emergencia ya se activaron en marzo. En aquella ocasión, recuerdan desde la CHG, de los 5,75 hectómetros cúbicos autorizados se bombearon sólo 3,5, lo que permitió alcanzar una superficie inundada de 310 hectáreas, aunque tras el verano la superficie encharcada se redujo a las 36 hectáreas. 

Ante esta situación, el Patronato del Parque Nacional de Las Tablas  pidió al Gobierno de España y al de Castilla-la Mancha la restauración del funcionamiento hidrológico natural de este ecosistema acuático y la aportación de agua a partir del acueducto Tajo-Segura. Finalmente, la Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha (Cabañeros y Tablas de Daimiel) acordó la reactivación de la batería de sondeos de este espacio natural en octubre,  con la llegada del año hidrológico.   En esta última ocasión se autorizó el trasvase de otros 5,75 hectómetros cúbicos, y los pozos han estando bombeado durante los meses de octubre y noviembre alcanzándose, a fecha de 1 de diciembre, una superficie inundada de 254 hectáreas de las 1.700 encharcables. El objetivo, encharcar el paquete de turbas, que ocupa unas 300 hectáreas, y garantizar su humectación y las condiciones ecológicas óptimas para la avifauna.