Hombres grises en la estación de 'capitabeja'

Hilario L. Muñoz
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El escritor Ángel LAmenor publica con su hijo Hernán un cuento en el que sueñan con una antigua ciudad que viaja en el vagón ubicado en la antigua estación del parque de Gasset

Hombres grises en la estación de ‘capitabeja’ - Foto: Rueda Villaverde

Castiza es una villa situada en una zona céntrica. De esta manera arranca Capitabeja, la tercera incursión literaria del escritor toledano, afincado en Ciudad Real, Ángel LAmenor, en el mundo de la literatura y que, en esta ocasión llega con el apoyo de su hijo Hernán, de 7 años. El pequeño preguntó a su padre por el vagón que estaba situado en el parque de Gasset y, a partir de ahí, su imaginación fue hilando una historia sobre los motivos por los que la locomotora estaba a unos 600 metros o por qué no había más vías y todas terminaban en el asfalto. Su sueño lo desarrolló e ilustró LAmenor, con una historia, no exenta de crítica, sobre el tiempo, los 'ratillos', que dedicamos a nosotros mismos  y que van desapareciendo, como si los hombres grises de Michael Ende visitaran Ciudad Real. Con ese tiempo para nosotros se va también la cultura y el paisaje o los viajes que se hacían en los antiguos trenes y sus paradas en las pequeñas villas cercanas, que se cambiaron por la velocidad para ir a la capital central. En el camino, LAmenor que es profesor de Informática, realiza una serie de dibujos de Ciudad Real.  

Hombres grises en la estación de ‘capitabeja’
Hombres grises en la estación de ‘capitabeja’
El nombre Capitabeja se debe a que uno de «los personajes es que el que vive dentro de la estación y se llama Alfonso, por Alfonso X El Sabio, y además de jefe de la estación, es apicultor», explicó Ángel, quien señaló que, aunque ahora reside en Almodóvar del Campo, hace unos años vivía cerca del parque y fue en esos recorridos en los que imaginaron esta historia. «Cuando estábamos aquí había mucho trabajo, mucho que hacer, pero bueno, la verdad que el parque era un balón de oxígeno», indicó, como un recordatorio a esa búsqueda de la calma y los ratos para uno mismo. «El cuento fue idea de Hernán», explica, con una estructura de preguntas y respuestas, como la conversación de un padre con un hijo, muy infantil en su contenido, pero con esa lectura doble sobre el mundo adulto.  El libro se puede adquirir, de momento, en la web del autor (hernanlamenor.bigcartel.com).