Caserío y Balonmano Alarcos disputan este domingo en el Quijote Arena (12 horas. Arbitraje de Pérez Acedo y Toro Ponce) un nuevo derbi local con una importancia tremenda en su camino hacia la permanencia. Ambos conjuntos están empatados a 6 puntos en la clasificación y, debido al sistema de competición, es muy probable que los puntos obtenidos en este choque se arrastren para la siguiente fase.

Comienza la segunda vuelta de esta primera fase para los dos equipos ciudadrealeños, que no han terminado de encontrar la línea de regularidad necesaria para ocupar posiciones más cómodas en la tabla en una competición muy exigente. En el derbi que inauguró la temporada el triunfo fue para el Caserío, que repitió pocas semanas después en la final del Trofeo Diputación, pero este encuentro es otra historia y la temporada ya se ha encargado de demostrar que hablar de favoritos en esta categoría es gratuito.

El Caserío viene de sumar dos empates consecutivos ante Sant Quirze y Málaga y la sensación que da es haber pasado ya página de las dos severas derrotas encajadas en casa frente a Ibiza y Antequera. Su técnico, Santi Urdiales, recupera en principio a Diego Sherman, baja los últimos partidos por una lesión de muñeca. Kike Chacón y Augusto Moreno de la Santa continúan con el proceso de recuperación de sus graves lesiones.

En el Balonmano Alarcos, la gran novedad podría ser la entrada en la convocatoria de Diego Cadelo, una vez que el cántabro posee ya el visto bueno de los médicos para reincorporarse al deporte de alto rendimiento. Isidre Pérez admitía que tiene dudas y que el primera línea necesita aún tiempo tras estar parado desde agosto por las anomalías cardíacas que reveló el reconocimiento previo a la temporada. Además, continuará siendo baja Gonzalo López-Tola, mientras que el portero Pablo Cano ha recaído de su lesión.

Santi Urdiales, entrenador del Caserío, admite que "es un partido especial tras una primera vuelta muy dura. Afrontamos ahora la segunda con más responsabilidad y la misma ilusión. Tenemos ganas de mejorar lo que hemos hecho en la primera. Ahora nos medimos a un Alarcos que ha mejorado muchísimo y con dos puntos que según está la clasificación podrían valer para esa segunda fase. Es una semana donde no hace falta motivar a la gente, seguramente habrá una buena entrada y tenemos la ilusión de hacer un buen partido".  

El entrenador cántabro pide a sus jugadores "disfrutar de la categoría, pero sabiendo cuál es nuestra responsabilidad, que es ser competitivos en todos los partidos. La línea es la de los últimos encuentros y el esfuerzo, la ilusión y el trabajo no te aseguran los puntos, pero sí te acercan más a ellos".

En el otro bando, Isidre Pérez, técnico del Alarcos, aseguró que el Caserío "tiene muy buena plantilla, con una mezcla de juventud y veteranía. Tiene buen fondo de armario y será difícil ganar, pero yo confío plenamente en mi equipo, en mis chicos y estamos trabajando muy duro y minuciosamente para corregir errores que cometimos en enfrentamientos anteriores y poder superar a nuestro rival".

Ahora bien, el entrenador alicantino recuerda que "en este tipo de partidos el aspecto técnico-táctico es importante, pero no vital. En estos encuentros es más crucial el aspecto psicológico". En este sentido, confesó que el regreso de Diego Cadelo "es una bendición, un regalo del cielo, después de todos los palos que nos habíamos llevado. Lo más importante es el lado humano, por encima de lo que pueda aportar al equipo, que es mucho. Quiero hablar primero con los especialistas y en función de ello actuar en consecuencia porque ahora el chico necesita un tiempo de adaptación", aclaró en cuanto a su posible reaparición.

Comienza la segunda vuelta y para Isidre Pérez "está todo en el aire. El corte con los equipos de arriba está a tres puntos, que marca ahora el Ibiza y que recibe al Alicante. Todo el mundo puede meter mano a cualquiera y hasta la penúltima o última jornada no se sabe qué va a pasar. Todos los encuentros son finales y así los planteamos porque no vale especular".

Sobre las claves del choque, además del aspecto psicológico, considera que "no habrá que cometer errores no forzados, afinar los lanzamientos y estar concentrados los 60 minutos. Son aspectos más de mentalidad, saber jugar bien los momentos claves".

AFICIONES. Se espera una buena entrada en el Quijote Arena. El Caserío, que ejercerá de anfitrión, ha declarado el choque como Día del Club, de tal forma que los abonados deberán pagar 7 euros y la entrada general tendrá un precio de 10 euros. La directiva del equipo amarillo pide a los aficionados que acudan con tiempo para evitar aglomeraciones y anuncia que se habilitarán dos entradas. El acceso habitual será el reservado a los que tengan entrada general, mientras que los abonados deberán entrar al pabellón por la puerta próxima a la Vía Verde (junto a la pasarela).

Santi Urdiales, técnico del Caserío, animó a todos los aficionados al balonmano y al deporte en general de Ciudad Real a que acudan "a disfrutar de un partido de balonmano bonito y con buenos jugadores. Hay muchos alicientes y será un encuentro especial".