Las labores de búsqueda en una finca de Manzanares del empresario Jesús María González Borrajo, desaparecido desde junio de 2019, se han suspendido y no volverán a retomarse hasta encontrar mecanismos o alternativas para poder acceder al fondo del pozo en el que podrían hallarse sus restos biológicos.
Así lo ha confirmado a EFE el abogado de la familia del desaparecido, Dioniso Pérez, quien ha señalado que la pieza similar a un gancho o a dedos metálicos, que se ha fabricado expresamente para poder llegar hasta el fondo del sondeo, "muy estrecho y profundo", no ha dado resultado.
El dispositivo desplegado por la Guardia Civil ha dejado de trabajar a primera hora de la tarde, ante la complejidad de la exploración, para la que también se han utilizado cámaras para inspeccionar el pozo, situado en una finca cercana al casco urbano de Manzanares.
El letrado ha comentado que los trabajos han sido seguidos "con desesperación" por parte de los familiares del desaparecido, que reconocen el gran esfuerzo que se está realizando por parte de la Guardia Civil.
Jesús María González Borrajo, de 57 años, desapareció en junio de 2019, después de viajar hasta Manzanares desde Vitoria (Álava) con el propósito de vender dos vehículos de lujo en una transacción en la que actuó como mediador Antonio C., la última persona que lo vio con vida.
La familia de González Borrajo siempre ha sospechado que su caso está vinculado con el de Juan Miguel Isla, desaparecido el 21 de julio de 2022, y cuyos restos mortales fueron hallados el pasado mes de marzo en un pozo ubicado en una finca propiedad de Antonio C.
Tanto éste, como Gaspar R., quien presuntamente colaboró en el transporte y la ocultación del cadáver de Isla, también participan en condición de detenidos en los registros que los agentes realizan en el marco de la investigación.