No llueve, y el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel necesita agua con urgencia. Con ese reto, uno de los humedales más importantes de la región recibió ayer los primeros aportes de agua clorada procedentes de las pruebas del primer ramal de la Tubería Manchega, cuya estación de tratamiento ETAP está en Saelices (Cuenca). En concreto, 1,3 hectómetros cúbicos que se han derivado a través de esta infraestructura que ha salido de su letargo tras una inversión que ha llegado a 355 millones de euros. Una infraestructura construida hace más de una década, durante un episodio de sequía, que trasvasa agua del Tajo a la cuenca del Guadiana, pero que nunca había entrado en servicio hasta este año gracias al impulso del Gobierno regional.
Esta no es la primera vez que el Parque Nacional de Las Tablas recibe agua del Tajo. Hace nueve meses, en agosto de 2022, el humedal recibió los primeros aportes del trasvase. Entonces se habló de un «hito» en materia hidráulica, no solo por poner en marcha la Tubería Manchega, sino también por avanzar en la preservación de Las Tablas, como reconoció el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo. El objetivo era derivar seis hectómetros cúbicos, autorizados y planificados, tres iniciales que le corresponden al parque, más otros tres que se utilizarán en las pruebas de puesta de funcionamiento de la Tubería Manchega y que iban a llegar «de manera real a Las Tablas», sentenció.
El Parque Nacional de Las Tablas sigue en fase crítica tras la prolongada sequía. La alerta permanente llevó a su Patronato, en abril, a proponer por mayoría al Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) un nuevo trasvase de urgencia de 17 hectómetros cúbicos desde el río Tajo al humedal. La petición fue respaldada días más tarde por la Comisión Mixta de Las Tablas, desde donde se reconoció la necesidad de introducir agua al humedal manchego. El órgano considera que la mejor opción es el trasvase a través de la Tubería Manchega en vez de hacerlo por el Cigüela, por lo que ha pedido al Gobierno un informe jurídico para realizar ese cambio, ya que la decisión de pedir un trasvase al parque está «muy regulado» en el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) a Las Tablas de Daimiel como apuntó hace unos días el director general de Medio Natural y Biodiversidad de Castilla-La Mancha, Félix Romero, en declaraciones a La Tribuna.
La situación por la que atraviesa el humedal es «límite» con apenas 130 hectáreas encharcadas, a fecha del pasado 16 de abril, de las más de 1.700 que conforman la superficie encharcable, lo que significa menos de un diez por ciento. Ante esta situación, más de 500 científicos han pedido al Gobierno de Pedro Sánchez agua del Tajo para salvar Las Tablas de Daimiel. En un manifiesto dirigido a Moncloa, 511 expertos y profesionales señalan que la situación del parque nacional es «insostenible» y aseguran que «no hay atisbos de que el acuífero recupere sus niveles de sostenibilidad a largo plazo».
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel es un espacio natural situado entre los términos municipales de Daimiel y Villarrubia de los Ojos, que consiguió la declaración de Parque Nacional en el año 1973. Desde entonces, han sido varios los episodios de sequía que ha sufrido y que le ha llevado a estar en situación crítica. Aunque el humedal vivió el peor de sus episodios en 2009, cuando la escasez de lluvias secó el subsuelo de Las Tablas y empezó a arder provocando las temidas turbas. Con el fin de evitar estos incendios, la transferencia de agua llega en auxilio de este humedal, gravemente afectado por la sequía y los efectos de la sobreexplotación de los acuíferos.