La Unión Europea pasa por horas bajas. El Brexit está a punto de abrir una gran grieta en el proyecto europeo, el que tanto costó conseguir con la incorporación de países, la integración monetaria o el libre movimiento de personas y mercancías. Su época dorada quedó atrás y ahora trata de cerrar uno sus capítulos más duros: la previsible marcha de Reino Unido de la UE el próximo mes de octubre. Mientras en el país de la libra, el idioma de Shakespeare o el God Save the Queen caminan hacia el adiós a Europa, jóvenes de distintos países abrazan con entusiasmo el proyecto comunitario, que les permite conocer otros idiomas, otras culturas, otros formas de vida y también otras oportunidades laborales. Un salto hacia la unidad de acción en un momento crítico para el club europeo.

Ciudad Real acoge desde el día 2 y hasta el próximo 9 de septiembre a jóvenes de Lituania, Estonia, Rumanía, Italia, Portugal y España que participan en el programa de intercambio New Tool for Employability o Nuevas herramientas para la empleabilidad. Este programa, financiado por el proyecto Erasmus +, aborda uno de los temas que más preocupa en la Unión: las salidas laborales y las condiciones de trabajo que pueden tener los jóvenes en Europa, los mismos jóvenes que deberán trazar la hoja de ruta de este proyecto comunitario si no se desmorona en el ya tortuoso camino hacia el Brexit de Reino Unido. Para recabar su  opinión acerca de la situación que vive la UE, la incertidumbre que se cierne sobre ella o sus planteamientos de futuro, La Tribuna ha contactado con seis de los jóvenes que participan en este programa y que representan a cada uno de los países que conforman el Erasmus +.    

La finalidad de este programa es  reunir a jóvenes de distintas partes de Europa para intercambiar ideas, proyectos y soluciones en torno «al desempleo vistas las duras condiciones que están viviendos los jóvenes de la UE debido a la alta tasa de paro y también a la baja calidad del empleo existente», afirmó a este diario Miriana Squillaci, la coordinadora del proyecto.

La Europa del futuro analiza el empleo y el emprendimiento - Foto: Rueda VillaverdeNi los empleos a tiempo completo ni mucho menos los estacionales les permiten diseñar un proyecto de vida. Imposible hacer una planificación vital si ni el sueldo ni las condiciones laborales dan para la compra de una vivienda, para formar una familia o a veces ni tan siquiera para pagar un alquiler e independizarse.

visitas en la provincia.  En este proyecto se ha reunido a jóvenes de «países mixtos», es decir, que cuentan con una tasa de paro más alta y otros con tasa de paro inferior. Los países del sur están entre los primeros, mientras que los del norte se sitúan entre los segundo. Para tratar de fomentar la empleabilidad de los jóvenes y explorar sus posibilidades de emprendimiento, han asistido durante estos días en Ciudad Real a charlas de expertos, han visitado las instalaciones de la Cámara de Comercio y del Impefe para conocer cómo trabajan en el fomento del empleo y la creación de empresas y se han acercado al sistema de producción de la Cooperativa vitivinícola Virgen de las Viñas de Tomelloso, la más grande Europa.

La Europa del futuro analiza el empleo y el emprendimiento - Foto: Rueda VillaverdeAyer, arramaciados en las instalaciones de la Granja Orea de Ciudad Real, trabajaban en trazar planes de negocio, escribir cartas de presentación, currículum o conocer cómo enfrentarse a entrevistas de trabajo. También en proyectar posibles estrategias de emprendimiento en sectores como el agroalimentario, el cultural o el tecnológico.

Precisamente sobre esta última opción de emprendimiento se abrió una disyuntiva: la tecnología les permite la comunicación, les facilita el trabajo y les posibilita la innovar, pero al mismo tiempo cierra la puerta a empleos tradicionales, extinguidos en la era de los robots, las redes sociales y el desarrollo tecnológico. De este modo, estos jóvenes apuestan por empleos creativos y que tengan un valor social, en base al potencial que tiene el insustituible trato humano y atención a las personas.

Ante el Brexit hay desánimo, pues los jóvenes consideran que las salida del Reino Unido no será buena para ninguna de las partes. A pesar de que este programa gana cada año en participación, son conscientes del reto de fomentar el espíritu europeo. Ellos son convencidos del potencial de la UE, otros lo ven desde la distancia o con indiferencia. Jóvenes, la mayoría a punto de terminar el instituto o la universidad, aunque otros ya titulados, buscan camino en un mercado laboral que no entienden sin la unidad de Europa. 

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