Tras el período de restricciones impuesto por la pandemia, vuelven los preparativos para las vacaciones y, este año, a las medidas de precaución propias del verano, se deben añadir, de nuevo, las necesarias para prevenir la COVID-19.
«La incidencia ha disminuido, pero el riesgo continúa existiendo», recuerda el doctor Julio Maset, experto médico de Cinfa. «La mascarilla -en espacios interiores- y el gel hidroalcohólico siguen constituyendo dos elementos indispensables en nuestro equipaje. También el lavado constante de manos con agua y jabón se mantiene como una máxima de higiene fundamental para alejar la amenaza del coronavitus allá donde estemos», añade. Otra de las claves será informarse de las posibles restricciones y normas de distancia social en nuestro lugar de destino, de manera que, una vez allí, podamos continuar protegiéndonos del virus y, al mismo tiempo, no poner en riesgo a otras personas.
Quienes estén vacunados también pueden solicitar el certificado conocido como Pasaporte Covid para poder viajar. Además, hay que tener en cuenta que algunos países pueden pedir a los turistas una PCR con anterioridad.
Ocio saludable
Al margen de la situación sanitaria y la elección del entorno (mar, rural o urbano), será igual de importante resguardarnos del sol y de las altas temperaturas. «Vayamos donde vayamos, pasaremos muchas horas al aire libre. Por ello, debemos recordar la importancia de proteger nuestra piel de las radiaciones solares aplicándonos protección solar de factor 30 o superior, buscando las sombras y usando gafas del sol, ropa amplia y fresca y sombreros. También beber agua en abundancia nos ayudará a mantenernos hidratados en los días más calurosos y cuando los rayos del sol sean más intensos», recomienda el experto de Cinfa.
En la playa, pero también en el río, pantano o piscina, es muy importante no dejarse el bañador húmedo puesto, ya que aumenta el riesgo de cistitis. Además, es importante en las zonas comunes usar siempre chancletas o escarpines con el fin de prevenir los hongos en los pies.
La protección de las picaduras de mosquitos, presentes tanto en destinos rurales como marítimos, es también fundamental en esta época.
Y, como siempre, no puede faltar en el equipaje un botiquín de viaje para hacer frente a las complicaciones leves de salud. «Además de llevar nuestra medicación habitual, si la tenemos, contar con los fármacos básicos y lo necesario para curar posibles heridas nos permitirá estar prevenidos ante cualquier posible emergencia y evitará posibles sustos en estas vacaciones, más merecidas que nunca», apunta el doctor Maset.