El sistema antiplagio de la UCLM analiza 75.000 trabajos

Manuela Lillo
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La institución académica no ha detectado ningún caso grave o significativo en los documentos aportados por los alumnos

El sistema antiplagio de la UCLM analiza 75.000 trabajos - Foto: PABLO LORENTE

La sombra del plagio ha planeado sobre distintos responsables políticos a lo largo de los últimos años, desde Pedro Sánchez con su tesis, a Pablo Casado con su máster a, el caso más sonado, el que le costó el puesto a la expresidenta de la comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Para tratar de hacer frente a los casos de plagio en pleno boom de las herramientas digitales, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) se dotó en el curso académico 2014-2015 de una herramienta que permite detectar los ‘corta y pega’ de los trabajos que realizan los estudiantes, de manera que sólo en el último curso este sistema antiplagio ha permitido analizar unos 75.000 documentos académicos sin que en ningún caso se haya detectado un problema grave o significativo de plagio.

Así lo indicó a este diario el secretario general de la Universidad autonómica, Crescencio Bravo, quien aseveró a este diario que no han tenido información «de ningún caso grave o llamativo de plagio, ya que no se han tramitado denuncias o medidas disciplinarias» por esta cuestión.

Bravo explicó que es un chequeo que se realiza a prácticamente todos los trabajos de los alumnos que se trasladan a los profesores mediante una plataforma digital, de manera que el programa permite detectar el porcentaje de similitud que tienen los trabajos de los alumnos con los de otros trabajos, libros o documentos realizados previamente por otros autores. A partir de ese análisis del porcentaje de coincidencias de ese posible ‘corta y pega’ de los estudiantes es cuando se pone en marcha el «toque humano», es decir, el momento en el que el profesor examina esos trabajos para determinar si se trata de un plagio o no y si se cita de forma correcta al autor original de las citas o párrafos que se incluyen en los documentos de los estudiantes.

«Es muy difícil saber cuántos plagios se producen porque este tipo de sistemas lo que hace es comparar los documentos con las fuentes de información en internet y arrojan porcentajes de similitud», detalló Crescencio Bravo, quien agregó que posteriormente «el profesor tiene que ir comprobando si las coincidencias se refieren al plagio o no y si hay una referencia correcta de citar al autor».

La mayor parte de los trabajos que se someten a este ‘detector’ de plagios se corresponde con trabajos de grado, así como tesis y trabajos que realizan los alumnos para diversas asignaturas.

Para determinar los números de plagios, la UCLM, a través de la Secretaría General, suele preguntar a los centros mediante cuestionarios u otros instrumentos de los que dispone la institución académica para tratar con estas situaciones, «porque cuando un profesor detecta un caso lo tiene que poner en conocimiento de los órganos disciplinarios, que están muy repartidos».

En este sentido, Bravo detalló que en los trabajos fin de grado los centros ya tienen unas comisiones de calidad que son las que actúan cuando hay indicios o cuando el profesor pone en conocimiento algún caso. «Si nosotros no tenemos noticias de ello es porque en ese nivel se resuelven las cuestiones», detalló al mismo tiempo que informó que la consecuencia del plagio es la de suspender dicha asignatura o trabajo fin de grado. «En una tesis también es grave porque significa que esa tesis no la pueden presentar y hay una Escuela de Doctorado que también tiene sus órganos, que son los que actúan en esos casos, aunque no tenemos detectado ningún caso grave de plagio en tesis».

No obstante, también se producía producir una situación en la cual los estudiantes no estén de acuerdo con la existencia del plagio que señalara el profesor, de manera que «si el autor considera que ese plagio es injusto o hay algún tipo de discrepancia, ahí actúa el Defensor del Universitario y la Inspección de Servicios y estos órganos no nos han comentado que tengan casos abiertos al respecto», apostilló el secretario general de la UCLM.

En concreto, la Universidad regional tiene incorporada esta herramienta en su sistema informático, en su campus virtual, «por lo que cuando se abre una tarea para la entrega electrónica de trabajos, el sistema hace el chequeo automática». La institución así se lo comunica a los alumnos para que, por un lado, tengan la tranquilidad de una evaluación justa y, por otro, para que sean conocedores de que su universidad fomenta la honestidad en los trabajos académicos.

«El uso de este sistema es anunciado a los estudiantes en las charlas de bienvenida y en las guías docentes, se les avisa de que la Universidad está aplicando sistemas antiplagio, con lo cual se desincentiva a los pocos tramposos que pueda haber y a los estudiantes les da también la sensación de que hay una evaluación honesta ya que al compararse con otras personas, si son tramposas, se pueden ver perjudicadas, por lo que les queda la tranquilidad de que la Universidad tiene herramientas que fomentan la honestidad en la elaboración de trabajos», detalló Crescencio Pérez.

Por último, comentó que otros de los problemas a los que tiene que enfrentarse la institución académica es el de los encargos de trabajos por parte de los alumnos, para lo que hay «incluso empresas especializadas», si bien indicó que en este caso no se hablaría propiamente de plagio y que «es más sofisticado de hacer y de detectar», concluyó.