Antonio García-Cervigón

Buenos Días

Antonio García-Cervigón


¿La continuidad de las nucleares?

21/01/2025

Alrededor de 7.000 personas se manifestaron el pasado domingo, según datos de la Guardia Civil, entre gritos de «Alcaraz no se cierra» y pancartas que reivindica a la central nuclear de Almaraz como «motor de vida y progreso», reclamando la continuidad de esta planta. La manifestación estuvo convocada por la plataforma 'Sí a Almaraz, sí al futuro' y contó con la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola; el secretario general del PSOE de Extremadura y presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo; y el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales; alcaldes de la zona de influencia de la central nuclear;representantes de Vox;y el presidente del Clúster de la energía de Extremadura, Vicente Sánchez.
El ánimo pesa en esta localidad ante el cerrojazo planificado. Todos los vecinos están ligados a la central y nadie sabe qué va a ser de ella. Hasta 35 familias tienen aquí su sustento y no se podrán mantener si cierra. La empresaria de la construcción Mírela González explica que «hay un parón por miedo a la incertidumbre que está afectando mucho». Por su parte, Enrique Hueso, alcalde de Navalmoral de la Mata recuerda que «no hay un solo argumento técnico, social o ecológico en contra de seguir su actividad». 
Por su parte, Nemesio Fernández-Cuesta, economista y exsecretario de Estado de Energía, declaraba hace pocos días: «No tiene sentido que cerremos las nucleares» y fue crítico con el pacto verde europeo:«Creo que la transición energética es indispensable, porque el daño de las emisiones existe, pero pienso que se debe hacerse compatible con la preservación de la industria continental». 
Más de la mitad de la electricidad de Cataluña es de origen nuclear. Esta energía revive en Europa condicionada por los costes de financiación, la estabilidad que genera el sistema compensa los gastos de construcción, según indica la compañía P. Global. El debate sobre el futuro de la energía nuclear se ha reabierto en muchos países europeos, no en el caso de España, al menos por ahora. El gran reto nuclear y la gran fuerza que tiene en estos momentos es que se trata de una tecnología sin emisiones, sobre todo, porque aporta total estabilidad al sistema en un contexto donde las renovables tienen más peso, pero no dan garantía total. Además, los centros de datos supondrán un reto para las compañías eléctricas y las nucleares son la mejor alternativa. Los costes iniciales para la construcción de una central nuclear, como siempre se ha hecho, tienen unos costes iniciales de financiación muy importantes. Se trata de un proyecto que no puede tomarse a la ligera y que necesita de diferentes inversiones. La burocracia es muy compleja porque necesita para sus residuos espacios apropiados. Durante este invierno se ha comprobado que ante la ausencia de centrales nucleares, los precios de la luz han subido. El principal punto de fricción en estos momentos es la fiscalidad que sufre esta tecnología. Y en esas estamos.