El uso del cinturón en España es obligatorio desde 1975 para los asientos delanteros y desde hace más de tres décadas, desde el año 1992, para los traseros. No usarlo es una infracción grave penalizada con 200 euros de multa y con la pérdida de tres puntos en el carné si el infractor es el conductor. Pero sobre todo, los beneficios del cinturón de seguridad son «enormes», como reconoce la Dirección General de Tráfico: «Reduce de tres a uno la probabilidad de muerte en accidente de tráfico y alcanza su máxima eficacia en los vuelcos, donde reduce el riesgo de fallecimiento en un 77%». En Ciudad Real, según los últimos datos disponibles en la web de la DGT, desde el año 2014 a 2022, hasta 64 de las personas que perdieron la vida en accidentes de tráfico, en vías urbanas e interurbanas, no llevaban puesto el cinturón. Son una de cada cuatro víctimas mortales ocurridas en ese periodo: 238.
Según las estadísticas de Tráfico, al año suelen ser siete las personas que mueren en la provincia en un accidente en el que no llevaban el cinturón de seguridad. En 2014 o 2019, más de la mitad de los accidentes mortales que se registraron al volante tenían en común que la víctima no tenía este sistema de retención. Fallecidos a las que se suman otras 61 personas que acabaron con heridas en el hospital y que no estaban utilizando el cinturón en el momento del siniestro, un dispositivo que, por ejemplo, en un choque a una velocidad de 80 kilómetros por hora contra un objeto rígido los ocupantes del coche se verían lanzados hacia delante con una fuerza 80 veces superior a su peso.
Además, el no uso de este elemento se encuentra detrás de más de un millar de multas en la provincia. Se ponen más multas en carreteras de la provincia por conducir sin el cinturón que hacerlo con el móvil y casi tantas como las que se ponen a conductores que no tenían la licencia.