La provincia de Ciudad Real se sitúa con el territorio más feliz de Castilla-La Mancha, según el último observatorio de calidad de vida. Un análisis realizado por el Observatorio de Intangibles de la UCLM, que ha realizado más de 4.000 encuestas a lo largo de 2024 y que sitúa a los ciudadrealeños como los que tienen mayor satisfacción en la vida, superando a los toledanos, que ostentaban ese feliz primer puesto el año pasado.
La 'nota' media en Ciudad Real es de 7,738, destacando aspectos como la seguridad, con un 8,26 y la situación familiar según los datos recogidos por el Observatorio. Su responsable, Víctor Raúl López, explica que la clave parece encontrarse en el tamaño de la población. «Han salido favorecidas claramente las personas que viven en ciudades o en municipios pequeños». Como ejemplo, recordó que Ciudad Real es la octava provincia de España por felicidad, mientras Madrid se coloca más allá de la treintena y Barcelona más de la 40. «Aragón ocupa la mejor posición como comunidad autónoma, Ceuta también queda bastante bien y luego hay provincias dentro de Castilla y León, como Soria, Burgos o Zamora». En común, en opinión de López, la conexión social, un buen acceso a todos los servicios y una buena situación socioeconómica.
«Entre los factores de la felicidad social lo que más prima en los municipios pequeños es el tema de la convergencia con vecinos y la seguridad, que está en torno a medio punto por encima de media en los municipios pequeños respecto a los grandes», señaló López.
A estos dos aspectos tradicionales se une, además, la digitalización y la sostenibilidad, que han crecido en los últimos años, y que resultan claves para la mejora del bienestar en estas zonas. «El acceso a internet es lo mejor valorado ahora mismo entre toda la sociedad, el último 10% dice que es muy bueno incluyendo los municipios pequeños y el tema de sostenibilidad va ganando». Aquí las pequeñas localidades con su cercanía tienen mucho que decir.
Mayores. En el estudio del pasado año hay una nueva valoración del Observatorio al preguntar a las personas mayores que habitan en residencias. «Hemos observado que están mejor valorados los servicios en los municipios pequeños» y en el conjunto de España. «Estamos en nivel de asistencial a nuestros mayores por encima de la media», sentencia. Aquí también se ha hecho un análisis de la soledad no deseada. «Uno de cada cuatro personas revela que tienen problemas de soledad no deseada en 2024», pero si se atiende a los mayores el dato llega «a más de la mitad en el caso de las mujeres viudas a partir de 75 años y entre hombres mayores de 80, en general, que viven en residencias, pues tienen más problemas, o se dicen sentirse más en soledad». El dato que ha «sorprendido» es entre los jóvenes, porque detrás de la cifra se encuentra la soledad por las redes sociales, el bullying y los malos usos de las tecnologías que muchas veces, les hacen estar desubicados en su entorno social. «Los menores de 30 años, en torno al 45%, han dicho sentirse solos». López recordó que la definición de soledad no deseada «es no tener ni en cantidad ni en calidad las relaciones sociales que uno desea».
Con todo, el investigador de la facultad de Albacete explicó que a Ciudad Real «le va mejor» como ocurre con el resto de apartados, aunque al tratarse de un ítem piloto, no han hecho aún un análisis por provincias. «Cuenca y Ciudad Real son las provincias que están en el ranking de la parte más alta».
El Observatorio de Intangibles y Calidad de Vida ha crecido exponencialmente en los últimos años, gracias a que se ha conformado «un equipo multidimensional» con mucha gente detrás. Hay seis autores que se encargan de su redacción y que utilizan «una modelización» que les hace «ser punteros en esta metodología» que se está exportando a otros países. «Lo tenemos en Corea del Sur, en México y en Rumanía y, el año que viene, quieren entrar, o ya tenemos disponibles, Francia, Portugal e Italia». López recordó la importancia de los intangibles en el nivel económico «porque el PIB se nos ha quedado corto a todos los economistas y a todos los sociólogos» para calibrar el nivel de bienestar de una sociedad.