Protección para trabajar bajo cero sin sufrir el frío

A. Criado
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Las personas que realizan su labor a la intemperie desafían a las bajas temperaturas añadiendo más ropa de abrigo a su vestuario habitual

Protección para trabajar bajo cero sin sufrir el frío - Foto: Rueda Villaverde

La masa de aire frío del norte de Europa hizo acto de presencia este martes en Ciudad Real con temperaturas mínimas de hasta siete bajo cero. Al igual que ocurre en verano, cuando los termómetros se disparan por encima de los 40 grados, las personas trabajadoras que ejercen sus oficios a la intemperie están expuestas a un riesgo sanitario alto, que se puede agravar si padecen ciertas enfermedades crónicas, como problemas circulatorios o respiratorios. Las personas de mayor edad o aquellas que toman ciertos medicamentos, como los utilizados en la diabetes, son las más propensas a padecer estrés por frío.

Con la llegada de esta ola de frío, que se extenderá durante toda la semana, el uso de guantes y gorros se ha generalizado. Ángel Picó, trabajador de la ONCE, también recurre a una manta (ayer se le olvidó) para combatir los rigores del invierno en su 'puesto' al aire libre de la plaza del Pilar y, de vez, en cuando se levanta de su asiento y pasea para no quedarse congelado.

Los trabajadores y trabajadoras del área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Ciudad Real hace tiempo que cambiaron la indumentaria estival por la ropa de otoño e invierno. Pese a todo, no son ajenos a la ola de frío que ayer congeló los termómetros con casi 5 grados bajo cero en la capital. Lo peor es cuando sopla el viento, reconoce Luz Arias, que intenta organizar las tareas diarias para que coincida con las zonas de sol. «Si no, hay que aguantar», comenta entre risas.

Abrigo, guantes y gorro para combatir las bajas temperaturas.Abrigo, guantes y gorro para combatir las bajas temperaturas. - Foto: Tomás Fernández de MoyaEl sector de la construcción es otro de los damnificados por las altas y las bajas temperaturas. Enrique Molina, que trabaja en las obras de peatonalización del centro, en el pasaje de la Pandorga, asegura que el cambio ha sido «notable» desde el lunes: «Lo llevamos como podemos, con más ropa de abrigo, la cabeza abrigada y, sobre todo, con mucho movimiento, ya que así se nota menos el frío». También ayuda el almuerzo, a eso de las diez de la mañana, donde no puede faltar un café calentito «que la barriga agradece».

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Ángel Picó atiende a un cliente en su puesto de la ONCE.
Ángel Picó atiende a un cliente en su puesto de la ONCE. - Foto: Tomás Fernández de Moya
Protección para trabajar bajo cero sin sufrir el frío
Protección para trabajar bajo cero sin sufrir el frío - Foto: Rueda Villaverde
Protección para trabajar bajo cero sin sufrir el frío
Protección para trabajar bajo cero sin sufrir el frío - Foto: Fotos Rueda Villaverde

Café bien caliente, «con la leche casi hirviendo», es lo que demanda la mayoría de los clientes del bar Casa Lalo, en la plaza de Cervantes, que desafían a las bajas temperaturas en la terraza, «bien pegados a las estufas». Les sirve, como cada mañana, Loana Medina, que este martes añadió a su vestuario habitual un jersey, una chaqueta y una bufanda.