Entró en la Asociación Lazarillo con tan solo siete años, cuando le cautivó «ese amor que se respira», hasta tal punto que se dedica al mundo de las Artes Escénicas. «Llevar la dirección del Festival es un orgullo para mí, pues me da más conocimiento sobre las Artes Escénicas, además de tener más contacto con las diferentes compañías más allá de la profesión».
Ayer arrancó el Festival Internacional de Teatro Contemporáneo. ¿Llega con las mismas ganas e ilusión que el primer año?
Sí, con muchas ganas de celebrar ya este festival que llega a sus 50 años y en el que hemos trabajado con muchas ganas e ilusión en ofrecer al público ese mismo formato que se ha mantenido en el tiempo pero que en esta ocasión llega con alguna sorpresa. El objetivo sigue siendo el de siempre, acercar este festival al pueblo y hacerlo parte de Manzanares.
Dice que habrá sorpresas. ¿Alguna que pueda desvelar?
Alguna ya se sabe, como es el que este año el Premio Escena será para la actriz Gemma Cuervo, quien ya nos ha confirmado su presencia en el acto que se celebrará el 28 de agosto, miércoles, y en el que se homenajeará toda su trayectoria. Estamos muy contentos de celebrar el 50 aniversario con todo un referente en las artes escénicas. Se trata un premio que se da todos los años y que ya han recibido varias celebridades como José Sacristán, Lola Herrera, Pepe Viyuela, etc.
¿Este premio es lo que marca la diferencia del festival?
Son varias cosas, pues somos el festival contemporáneo más longevo del país en cuanto a ediciones ininterrumpidas, y eso ya le ha dado un bagaje importante. También hay que resaltar que somos una asociación sin ánimo de lucro y que todo lo que se hace es de manera desinteresada y gracias a la ayuda de instituciones como el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta. Somos un grupo de jóvenes donde la media de edad es de 27 años, por lo que el festival prácticamente nos dobla la edad. Es un orgullo para nosotros poder mantener esto, y que generación tras generación haya gente que quiera llevar las riendas del festival.
¿Ha costado mucho hacer la programación para estas bodas de oro?
Para nosotros era importante que la programación fuera muy significativa para este año y hemos apostado por el formato que más gusta y que mejor funciona que es el de calle y algo más reducido en nuestra sede, que es el corral del Centro Cultural de La Ciega de Manzanares, donde instalamos una barra y un chill out mientras va sucediendo la programación y las diferentes actividades. Se crea un ambiente muy bonito de encuentro social y cultural.
¿Habrá novedades?
La principal novedad es ese formato más pequeño, pues es verdad que antes se representaban más obras en el Gran Teatro, donde este año solo será la del sábado del Festival, ya que el resto será en el corral, que es el formato que mejor funciona. Y como novedad será el espectáculo de comedia drag, algo que no se suele ver mucho, y la obra de Altsasu, que ha sido muy sonada mediáticamente y que para nosotros es importante. Intentamos siempre ofrecer un teatro que intente reflexionar y que no deje indiferente al público de la butaca. Todo ello, junto con las sorpresas pensadas como, por ejemplo, un sorteo entre el público.
Un programa en el que se ha tenido en cuenta a los más pequeños...
Efectivamente, se ha pensado en todos. Hemos trabajado para intentar ofrecer un programa bastante amplio para todos los públicos y en el que todo el mundo pueda encontrar su hueco en el festival y formar parte de él.
¿Dónde radica el éxito del Festival Internacional de Teatro Contemporáneo Lazarillo (FITC)?
En las generaciones anteriores. Cuando ves que todo el mundo se involucra, desde muy pequeño ya quieres formar parte de eso de un mundo en el que ves lo divertido que es hacer cultura y organizarla con amigos. Es muy satisfactorio también ver cómo las generaciones que vienen detrás siguen teniendo las mismas ganas de luchar por la cultura y el teatro. Es crear una familia y transmitir el amor por la cultura, el teatro y la asociación.
¿Cuáles son los próximos proyectos de futuro?
Mirar hacia adelante para ir progresando, pero sin olvidar toda la base y el legado de estos cincuenta años. Seguiremos trabajando para seguir avanzando, progresando e innovando.