Raquel Atencia es una de esas jugadoras que siempre brillan en el notable. No acapara los focos, no levanta la voz, trabaja de forma constante sin llamar la atención en beneficio del equipo, más allá de sus actuaciones sobre la pista, donde se erige como uno de los pilares fundamentales del CD Salesianos Puertollano.

Desde que arrancó la pretemporada, una de las jugadoras a las que más ha echado de menos sobre la pista el CD Salesianos ha sido Raquel Atencia. Un pinchazo en el cuádriceps, paraba en seco a la ceutí a los pocos días de empezar la pretemporada, impidiéndole estar con el equipo durante más de un mes, mirando como el calendario se negaba a pasar los días con mayor velocidad de la que exige la paciencia. Sobre su recuperación, explica: "una lesión siempre llega en mal momento, pero cuando estás en plena pretemporada todavía más, porque tienes que coger el ritmo en plena competición".

Además, ha coincidido que la pretemporada ha ido solapando competiciones oficiales, sin tiempo para amistosos, en las que no ha podido participar. "Esta pretemporada ha sido atípica, con muchos partidos oficiales concentrados en pocas semanas y es cierto, que te queda esa espinita de no haber podido aportar tu granito de arena en torneos como Junta de Comunidades o la Copa Diputación".

A pesar de su trabajo constante en el gimnasio, su imagen sentada en el banquillo mientras sus compañeras disfrutaban con la pelota era un poema, la viva estampa de que las lesiones son la parte más dura en la vida de un deportista que sólo entiende lo que significa competir. Ahora, viéndolo desde la distancia de las semanas, sonríe relajada. "A veces, cuando estamos en plena rutina no sabemos la suerte que tenemos de disfrutar a diario de este deporte que tanto nos gusta. Cuando estás fuera por lesión, es cuando más valoras poder entrenar y disfrutar con las compañeras en la pista".

Fueron semanas largas hasta que comenzaron los trotes sobre la pista, los primeros golpeos de un balón al que durante demasiado tiempo estuvo mirando con ganas. Su llegada ha sido bálsamo para el equipo minero, que sabe que en la veteranía de la jugadora ceutí recae gran parte de los logros que se consumen a final de temporada.

Su papel en el vestuario, reconoce, "ha ido creciendo en las últimas campañas; primero porque soy una de las jugadoras que más tiempo llega en el Club y también porque soy una de las más veteranas de la plantilla pese a no llegar a los treinta", bromea.

Minutos para todas

Jaime García, técnico de Salesianos, ha sabido ir dosificando su entrada en el quinteto, sabiendo que, con una plantilla corta, es necesario mantener entre algodones a todas y cada una de sus jugadoras para poder sacar el máximo rendimiento de cada una de ellas cada jornada. Contra Guadalcacín, Xaloc, o el MRB Móstoles en Copa de la Reina, Atencia ha formado parte del cinco inicial de forma consecutiva, algo que, sin embargo, entiende como anecdótico. "A todas nos gusta jugar y salir de inicio, pero al final, el año es muy largo y hay que estar preparada para jugar los minutos que el míster nos saque, sea de inicio o formando parte de la rotación. Todas vamos a tener minutos y todas vamos a tener protagonismo en diferentes fases de la Liga".

En cuanto a las aspiraciones del equipo, segundo en el Grupo III de la Segunda División del fútbol sala, lo tiene claro: "Lo primero es ganar este fin de semana a Villacañas. No podemos estar pendientes de lo que podemos llegar a hacer a final de temporada, si somos incapaces de sacar adelante lo más cercano. Tenemos un grupo muy bueno, muy trabajador, capaz de competir contra cualquier equipo y con humildad, tenemos que seguir luchando y creciendo como grupo semana a semana".

No obstante, se muestra "muy contenta con el arranque que hemos tenido", pero regresa sobre su propia teoría. "La temporada va a ser larga, todos los equipos van a ir creciendo a medida que pasen las jornadas y tenemos que seguir centradas, sabiendo que no hemos conseguido todavía nada".

Buscando el techo

Si tuviese que escribir un libro, seguramente llevaría por título "con los pies en el suelo". Lo fácil, cuando las cosas van bien, es echar las campanas al vuelo, dejar volar la imaginación con los potenciales futuros; por eso, seguir enfocando el presente es el gran reto para un equipo que define, "no tiene techo. Tenemos un grupo año más maduro y eso lo vamos a notar en partidos que se compliquen".

Por eso, finaliza diciendo la ceutí, "cada vez que acaba un partido, en nuestra mente sólo está el próximo rival. A todos hay que trabajarlos con la misma motivación, sabiendo que esto es Segunda División y que al final, todos los equipos trabajan para ganar cada fin de semana".

A nivel personal, los nubarrones de la lesión ya han pasado de largo. Ahora toca disfrutar del balón, de las compañeras de vestuario y de las celebraciones de gol, que como este fin de semana ha podido sentir de nuevo sobre la pista. "Llevo dos partidos seguidos viendo portería y eso siempre es motivo de alegría; pero al final, lo que cuenta es que podamos ir sumando victorias y que todas podamos celebrar cosas como grupo".