El Ayuntamiento de Ciudad Real cerró 2024 su tercer año de caída de expedientes abiertos por incumplir las ordenanzas de medio ambiente, tras el récord, de 1.243, que se marcó en 2021, el primer año completo en que el botellón se prohibió en todo el término municipal de la capital y ya no había limitaciones por la pandemia. En total se han impuesto 742 multas, de las que 346 son aún fruto de aquella decisión: 208 multas por consumir alcohol en la vía pública y 108 debido al ruido en domicilios, por las fiestas nocturnas en hogares que proliferaron desde entonces. Ambas sanciones se encuentran en su nivel más bajo, pero siguen suponiendo que cada semana, cuatro ciudadrealeños son multados por beber en la calle y dos por el ruido de sus hogares.
Curiosamente, el tercer expediente, en una semana en la que se habla sobre la basura que dejó la rave en el aeropuerto de Ciudad Real, son las sanciones por realizar actividades que ensucian como arrojar papeles al suelo, orinar o verter escombros. Se registraron la apertura de 80 expedientes durante el año pasado a vecinos de la capital.
De ese 2024, destaca la labor inspectora del Ayuntamiento en dos aspectos. El primero es la apertura de expedientes por el estado de solares, se ha pasado de cinco a 75 en un año. El segundo son las sanciones por la no recogida de excrementos caninos, sobre todo durante el primer y segundo trimestre, cuando dentro de la campaña 'Ciudad Real con R de Respeta' se mantuvo una vigilancia activa. Por ponerlo en perspectiva, 33 multas fueron hasta junio y solo ha habido tres desde entonces. Esa campaña hizo que hubiera, además, un aumento de multas a personas que tenían animales sin contar con la vacunación obligatoria que debe inocularse cada año a las mascotas.
Los datos municipales muestran un ligero aumento de las sanciones en terrazas, pasan de 20 a 24 las puestas por instalar terrazas sin licencia; y de 16 a 20 las derivadas de actividades en locales de ocio. Aunque en el cómputo general, las multas dentro de la ordenanza de ocupación caen, como los anotados en algunos de los expedientes abiertos por instalar contenedores en la vía pública fuera de hora, que pasan de 35 multas a 16, o los ruidos generados por vehículos que pasan de 32 a 21.
Palomas y estufas. Por otra parte, del año pasado hay una serie de sanciones novedosas que no se habían producido hasta ahora como el expediente abierto por no adoptar medidas que eviten el anidamiento de palomas en fachadas, o una multa, la primera y única, por contar con una estufa en una terraza sin que hubiera autorización para ello. También se sancionó a otra persona que había gestionado un importante volumen de servicios sin cumplir las condiciones que se le planteó desde la inspección.