El matador de toros Borja Jiménez, cabeza de cartel este domingo de la tercera corrida de la Feria de Ciudad Real, fue el gran protagonista de la segunda jornada de las Tertulias Taurinas que organiza el Ateneo Taurino Manchego en el Hotel NH. El diestro abulense, triunfador de las últimas grandes ferias del país, compartió mesa, entre otros, con las dos emergentes figuras del toreo en la provincia, el daimieleño Carlos Aranda y el joven de Arenas de San Juan Israel Aparicio, cara y cruz de la primera de feria del viernes.

Borja Jiménez, desde la privilegiada posición que hoy disfruta en el escalafón del toreo nacional, aconsejaba a ambos «fuerza de voluntad, sacrificio y fe» en sus posibilidades, dedicándole todo el tiempo al toreo porque «el toro es muy celoso, no te puedes distraer con otras cosas». «Hay que darle muchas vueltas, conocer a los toros, a los toreros, hablar con ellos, tener afición y creer, creer y creer», añadía Jiménez, convencido de que «si los sueños se gritan, son más fáciles de conseguir».

Mensaje que acogían agradecidos tanto Carlos Aranda como Israel Aparicio. El primero reconocía que sus faenas del viernes en la plaza de Ciudad Real no resultaron como esperaba, y confía en desquitarse el 1 de septiembre en la plaza de su pueblo, Daimiel: «Voy a seguir luchando por lograr mis metas y mis sueños, y Borja es un ejemplo para todos».

El otro gran protagonista de esta segunda tertulia fue el ganadero Salvador Gavira, en una mesa que completaban Diego Ortega, presidente de la plaza de Ciudad Real en la corrida del viernes, el aficionado Víctor Dorado y la dulcinea Virginia Zaldívar, en un foro dirigido y moderado por Antonio Espadas, presidente del Ateneo Taurino Manchego de Ciudad Real. Ante las decenas de asistentes, Ortega afirmaba convencido que en Ciudad Real «vamos por el buen camino, por el bien de la afición y de esta plaza, la más importante de la provincia y una de las más importantes de la región».